¡Mucho ojo con tus ojos! Atiende estos tips
En verano, la intensidad de los rayos solares aumenta y hay que extremar las precauciones para proteger la vista.
Cuando llega el verano es habitual tomar medidas para proteger la piel ante una larga exposición al Sol. Llevar una gorra y aplicarse crema de protección solar forma parte de nuestras rutinas estivales habituales. Sin embargo, la mayoría de la población no tiene las mismas precauciones respecto a los ojos.
Se trata de una parte de nuestro cuerpo extremadamente sensible y debemos cuidarla durante todo el año, pero especialmente en verano, cuando la luz solar es más intensa y las horas de exposición son más largas. Es la época del año con mayor radiación solar y en la que los rayos ultravioleta (UV) son más intensos.
Consejos para proteger tus ojos en verano
- Usa a diario las gafas de sol: aunque puedan tener una función estética indudable, en verano son imprescindibles para proteger a los ojos de los rayos solares, ya que actúan como barrera y previenen la aparición de enfermedades como las cataratas o las quemaduras de retina, entre otras.
- Hidrata los ojos cada día: uno de los objetivos prioritarios debe ser evitar la sequedad de los ojos y eso se consigue manteniéndolos húmedos con productos hidratantes que se administran con gotas o lágrimas artificiales.
- Reduce el uso del aire acondicionado: en verano el aire acondicionado es una herramienta necesaria cuando se alcanzan temperaturas muy altas, pero hay que tener cuidado porque reseca el ambiente y nuestros ojos. Por eso es importante regular la temperatura, evitar el flujo directo y humidificar el ambiente.
- Extremar precauciones al viajar en avión: dentro del avión hay una gran sequedad ambiental. Por ello, antes de subirse al avión es conveniente hidratar los ojos con unas gotas del tipo lágrimas artificiales.
- No hay que compartir la toalla: es una medida sencilla y fácil de comprender, porque usar la misma toalla que otra persona puede actuar como vía de contagio de alguna infección ocular.
- Usar gafas al nadar: las piscinas utilizan el cloro como medida higiénica básica y necesaria, pero el exceso de esta sustancia puede provocar irritación en los ojos. Para evitarlo es conveniente usar gafas de natación o buceo para mantener la zona ocular protegida.
- Protegerse en zonas arenosas como la playa: cuando el viento sopla con cierta fuerza, provoca el desplazamiento de arena que puede impactar en nuestros ojos y causar irritaciones. Cuando veamos que se levanta el viento, nos hemos de poner de espaldas a la dirección del viento y llevar las gafas puestas.
- Aplicar las cremas fotoprotectoras con cuidado: las cremas que nos protegen la piel del Sol son totalmente necesarias en verano. Pero hay que extenderlas por la cara con mucho cuidado para evitar que entre en los ojos. Hay que aplicar la crema uniformemente para evitar que cuando estemos tomando el sol el sudor haga de agente conductor de restos de la crema y una mínima cantidad pueda entrar en los ojos.
- Ante la conjuntivitis, aislamiento: uno de los peligros más frecuentes en los ojos es la conjuntivitis. Se trata de una enfermedad contagiosa, por lo que si nosotros o alguien cercano la tiene debemos evitar el contacto y mantener la distancia de seguridad.
- No tocarse los ojos con las manos: es una vía de transmisión de polvo y partículas que pueden perjudicar a nuestros ojos. Las manos tocan muchos objetos y es frecuente que se adhieran pequeñas partículas que podemos trasladar sin darnos cuenta.