1 de diciembre: Día Mundial del Sida

Esta jornada, decretada durante la Asamblea General de Naciones Unidas en 1988, busca destacar la necesidad de acceso equitativo a servicios de salud, fortalecer las acciones en el primer nivel de atención y eliminar el estigma y la discriminación hacia quienes viven con VIH.

Este 1 de diciembre, se conmemora el Día Mundial del Sida, una fecha destinada a sensibilizar y concientizar a la población sobre el VIH/SIDA, sus consecuencias y la importancia de la prevención.

Esta jornada, decretada durante la Asamblea General de Naciones Unidas en 1988, busca destacar la necesidad de acceso equitativo a servicios de salud, fortalecer las acciones en el primer nivel de atención y eliminar el estigma y la discriminación hacia quienes viven con VIH.

Cuando una persona se infecta con el VIH, el virus ataca y destruye las células inmunitarias, debilitando el sistema inmune y dejando al organismo vulnerable a diversas infecciones. La fase más avanzada de la infección es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que puede manifestarse después de varios años sin tratamiento.

Según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), en 2020, 37.7 millones de personas vivían con el VIH en todo el mundo, 1.5 millones contrajeron la infección y 680 mil fallecieron debido a enfermedades relacionadas con el sida. En México, el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (Censida) reporta que 270 mil personas viven con VIH, con un 70 por ciento diagnosticadas y un 60 por ciento en tratamiento.

El acceso temprano al tratamiento antirretroviral es crucial para controlar la enfermedad y prevenir su transmisión. Las personas con VIH que reciben tratamiento adecuado pueden suprimir la carga vírica, reduciendo así el riesgo de transmisión a sus parejas.

En este Día Mundial del Sida, recordemos la importancia de la prevención, el acceso a la atención médica y la lucha contra el estigma. La solidaridad y la conciencia son fundamentales para avanzar hacia un mundo donde el VIH/SIDA sea una preocupación del pasado.

La prevención sigue siendo clave: se recomienda la abstinencia o el uso correcto de condones en cada relación sexual. Ante posibles síntomas como fiebre, sarpullido y fatiga, es crucial buscar atención médica y realizarse pruebas, ya que la detección temprana es fundamental.