Prensa de EU califica caso LeBarón como ‘emboscada’ y ‘masacre’
En 2009 la familia LeBarón llamó la atención de México por primera ocasión.
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras los hechos ocurridos el lunes pasado en el que nueve integrantes de la familia LeBarón fallecieron, víctimas de la violencia en la zona límite de Chihuahua y Sonora, los medios de comunicación en Estados Unidos como el New York Times, The Wall Street Journal o The Washington Post califican el hecho como una ‘masacre’, ‘emboscada’ y ‘brutal’.
Los medios dieron un espacio en sus primeras planas para destacar la información sobre el hecho que cobró la vida de nueve personas, tres mujeres y seis niños de la familia mormona.
En su rotativo del día de este miércoles, The Wall Street Journal señaló que ‘aumenta la presión en México’, mientras que en su sitio advierte que “Los cárteles de la droga controlan grandes tramos de territorio mexicano y la Ciudad de México con mucha frecuencia se ve abrumada por el poder de fuego y el dinero” proveniente del crimen.
El medio de comunicación califica de ‘rendición’ la estrategia antinarco del presidente de México.
Otro de los medios que abordó el tema fue Los Angeles Times, en donde señaló:
Después de la muerte de 9 estadounidenses, Trump llama a la ‘guerra’ contra los carteles de la droga.
Este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó la ayuda que el gobierno de Donald Trump ofreció a México para enfrentar a los cárteles de droga que en esta ocasión afectaron a sus connacionales.
Aseguró que ayer martes los titulares de la SRE, Marina y de Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional se trasladaron a los límites entre Chihuahua y Sonora, donde el lunes pasado fueron asesinados nueve integrantes de la familia mormona LeBarón por un grupo armado.
Desde el 2009, el activista Julián LeBarón hizo énfasis en la ola de violencia que azotaba al Noroeste de Chihuahua por la presencia de grupos de la delincuencia organizada.
Esa misma inseguridad estaba presente en los municipios de Sonora que colindan con tierras chihuahuenses y, aunque ha pasado una década, las autoridades no han logrado erradicar los homicidios en esta zona del país.
Inicios de la violencia
En 2009 la familia LeBarón llamó la atención de México por primera ocasión; tras el secuestro de Érick y el asesinato de Benjamín, miembros de esa familia, Julián LeBarón exigió mejores condiciones de justicia a los gobernantes en turno, pero al no encontrar este apoyo la misma comunidad mormona montó su estrategia de seguridad para combatir la delincuencia.
Sobre la emboscada, señaló que nadie quiso apoyarlos para auxiliar a sus familiares.
Ninguna corporación policiaca los acompañó al lugar, fue la misma comunidad LeBarón la que salió al rescate, pero ya era demasiado tarde.
“Nosotros fuimos los que llegamos a las camionetas baleadas, lo denunciamos desde ayer [el lunes pasado] en la mañana y fuimos nosotros mismos los que llevamos a las autoridades al incidente, porque ni la fiscalía de Chihuahua ni la de Sonora se movieron. No sabemos si fue por miedo, porque son cobardes o [porque] solapan a los delincuentes”, aseveró LeBarón.
“Nosotros fuimos los que llegamos con apoyo de la Policía Federal y elementos del Ejército. Cuando llegamos, yo mismo encontré con vida a la bebé de Christina (...) Vimos que estaba baleada toda la camioneta, pero gracias a Dios salió ilesa”, relató.
Las nueve mujeres y niños que fueron asesinados por hombres armados de un cártel de narcotráfico en el Norte de México vivían en una comunidad agrícola remota donde los residentes con doble nacionalidad, la estadounidense y mexicana, se identifican como ‘mormones’.
Muchos de ellos son descendientes de antiguos miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que huyeron de Estados Unidos para escapar de la prohibición a la poligamia impuesta por esa Iglesia en el siglo XIX.
EXP/UNI/EV/NOV/2019