Lo que debes saber sobre el Día de Muertos
Cada vez más espacios universitarios del país se llenan de papel picado y flores de cempasúchil como parte de la celebración de Día de Muertos.
Hugo García Capistrán, profesor de la Universidad del Claustro de Sor Juana -institución que cada año monta una monumental ofrenda-, comenta que esta tradición tiene un origen colonial.
"Es producto del sincretismo de las tradiciones europeas e indígenas", precisa el maestro en Estudios Mesoamericanos por la UNAM.
El festejo de Todos Santos, por ejemplo, data del siglo 16. Iglesias, conventos y santuarios exhibían sus tesoros, restos y reliquias el 1 de noviembre para que los creyentes les ofrendaran oraciones. Así se obtenía el perdón de los pecados, indica un cuaderno de la Secretaría de Cultura. En tanto, el 2 de noviembre se dedicó a los Fieles Difuntos tras las pestes del siglo 14.
Ambas tradiciones se instauraron en la Nueva España tras la conquista de los españoles sobre los pueblos originarios del continente.
En el siglo 18, según estimaciones, las dos celebraciones se unieron en una. Con el tiempo, evolucionó en la festividad que se conoce en la actualidad.
García Capistrán destaca que el Día de Muertos es una tradición importante, pues recuerda a nuestros antepasados, quienes influyeron en quienes somos a través de la educación y de las experiencias compartidas.
"Es esta creencia o idea de poder pasar un momento nuevamente con los familiares a pesar de que ya no se encuentren en este plano. Es un momento que se aprovecha para poder volver a estar en contacto con esos seres queridos.
"Las tradiciones siempre van a ir cambiando, pero el punto es mantener la idea o la importancia central de la tradición", sostiene el docente.
Ritual y memoria
Por distintas creencias se colocan ciertos elementos en las ofrendas, entre ellos:
+ Agua: simboliza pureza y mitiga la sed de las ánimas.
+ Sal: purifica y permite que se pueda transitar entre ambos mundos.
+ Veladoras: las flamas ayudan a encontrar el camino a casa.
+ Calaveritas: reflejan que la muerte siempre está presente.
+ Cempasúchil: guían con su aroma a los espíritus.
+ Papel picado: representa el viento y la alegría.
+ Fotos: evocan recuerdos con los seres queridos.