Tianguistas del Héctor Espino mantienen a "flote" sus negocios
La competencia con diversos tianguis en Hermosillo ha mermado las ventas del ubicado a un costado del estadio "Héctor Espino", pero siempre logran mantener sus negocios gracias a la fidelidad de sus clientes.
Durante el primer mes del año, locatarios del tianguis "Héctor Espino" se han mantenido a "flote", y aunque con bajas ventas no pierden la esperanza de que sus ganancias mejoren a principios de febrero.
"Le hemos puesto el alma a este tianguis y por eso tenemos la esperanza de que las cosas se compongan, ya no es como antes cuando éramos los únicos tianguistas pero aquí seguimos", expresó Isabel Espinoza, locataria con más de 30 años.
Su negocio ofrece aparatos electrónicos, ropa, muebles y artículos para decoración del hogar, y desde que regresaron a trabajar después de la pandemia, ha luchado por mantenerse y seguir surtiendo de nueva mercancía.
"Yo regresé a trabajar el año pasado después de la pandemia, ya llevo treinta años con el puesto, pero ya no es igual, ahora hay muchos tianguis por todas partes, y eso nos ha afectado", comentó.
Por su parte, Jorge Luis Avechuca, agremiado a este tianguis desde hace 20 años, comentó que aunque enero es muy tranquilo para el comercio, él ha logrado mantenerse y además seguir generando empleo.
"Los que traen buena mercancía pues les va bien, gracias a Dios me ha ido bien, no como en diciembre pero a pesar de todo empecé bien el año, aquí el factor clima tiene mucho que ver", comentó el comerciante.
"Aquí nos ayudamos entre todos, yo conservo a mis clientes y a mi empleado, y a la vez somos parte de la cadena de sobrevivencia en general, pues aquí consumimos comida, agua y otros servicios", expresó.
Recordó que desde muy joven empezó a viajar a Estados Unidos a traer artículos nuevos y seminuevos para vivir, este es un trabajo que le gusta y con el cual puede sacar adelante a su familia.
De igual forma, Alejandro Alvarado dijo que él tiene 30 años vendiendo calzado en este popular "mercado de pulgas", por lo que ha vivido las buenas y malas épocas del negocio, pero aún así sigue adelante con su puesto.
"Los días sábado siempre es más tranquilo pero los domingos viene más gente, es cuando sube un poco la venta, muchas familias vienen a pasar el día, aprovechan para venir a comer y recorrer todos los puestos", agregó.