‘¡Sáquenme, ayúdenme!’, sufren quemaduras tres jóvenes en Hermosillo
CFE¡Sáquenme, ayúdenme!, gritaban Luis Fernando y Clarisa tras caer a la fosa de un transformador subterráneo de la Comisión Federal de Electricidad que explotó y se incendió ayer en el Centro de la ciudad.
Los dos estudiantes resultaron con quemaduras de gravedad en el accidente que se registró minutos antes de las 18:00 horas, en la esquina de las calles Guerrero y Dr. Noriega.
Según testigos, Clarisa y Luis Fernando, de 15 y 16 años de edad, y otra joven, se encontraban sobre la tapa de lámina del transformador propiedad de la Comisión Federal de Electricidad esperando la llegada de un camión del servicio urbano de pasaje, cuando se suscitó la explosión.
Debido a que se abrieron las puertas de la fosa, cayeron al interior Clarisa y Luis Fernando aún con el transformador y el cableado incendiándose.
Al ver que los jóvenes estudiantes cayeron, el encargado de una refresquería cercana corrió para auxiliarlos, y luego otros comerciantes lo apoyaron.
Minutos después al sitio arribaron elementos del Departamento de Bomberos y Socorristas de la Cruz Roja que realizaron el traslado a distintos nosocomios.
Graves lesiones
Luis Fernando fue trasladado al Hospital General del Estado, donde le diagnosticaron quemaduras en la mayor parte de su cuerpo y afectaciones en las vías aéreas, mientras que Clarisa fue llevada al Hospital Infantil del Estado donde también le diagnosticaron quemaduras en el 50% de su cuerpo.
La otra joven sufrió quemaduras en el cabello que no ameritaron atención. Un testigo aseguró que antes de la explosión en la que resultaron gravemente heridos Luis Fernando y Clarisa, ya se habían suscitado dos explosiones más en otros transformadores del sector.
Personal de la Comisión Federal de Electricidad se quedó a cargo de la escena, y serán los encargados de dictaminar qué fue lo que ocurrió.
Se arriesgan para ayudar
Mario Méndez, encargado de una refresquería localizada en la esquina de las calles Dr. Noriega y Guerrero, frente al lugar donde explotó el transformador, indicó que las llamas generadas por la explosión llegaron hasta la mitad de la calle Dr. Noriega.
Narró que se encontraba trabajando atendiendo a varios clientes, cuando de pronto escuchó la explosión y seguidamente los gritos de auxilio de los preparatorianos.
“Cuando escuché la explosión, vi que todos empezaron a correr asustados, pero yo escuchaba a los muchachos pedir ayuda y rápido salí, el muchacho salió prácticamente solo, pero la niña siguió gritando, gritaban ¡sáquenme, ayúdenme!
Mario aceptó que puso su vida en riesgo porque cuando llegó al punto aún había llamas, pero que “no iba a dejar a la muchachita adentro”.