La "llama" del Mercado Olímpico se apaga de a poco

Abierto desde 1968, el Mercado Olímpico ha visto como cada vez menos clientes y por consecuencia menos negocios mantienen su local abierto en este tradicional centro de venta en Hermosillo.

Tras poco más de 50 años de existencia, el Mercado Olímpico, está a punto de perder la competencia maratónica de su historia.

En sus inicios, por allá en los años 60, unos 100 comerciantes, principalmente de frutas y verduras, estaban ubicados frente al Mercado 2, en la avenida José María Mendoza.

Sin embargo el Ayuntamiento no les permitió vender más ahí, por lo que tuvieron que buscar un lugar donde comercializar sus productos, principalmente procedentes de la Costa de Hermosillo.

Después se unieron para comprar el terreno de aproximadamente 2.4 hectáreas en donde se instalaron por la calle Olivares y Bulevar Las Torres, donde actualmente se encuentran.

La llama del Mercado Olímpico se apaga de a poco

LOS INICIOS OLÍMPICOS

La inauguración de la Yarda o Mercado Olímpico fue en abril de 1968, mismo año en el que se celebraron los Juegos Olímpicos de México en la Ciudad de México, de donde toma su nombre.

El mercado tuvo buen recibimiento desde su apertura, logrando captar clientes de toda la ciudad y de varias partes del estado. 

Está ubicado por la calle Olivares y Camelia con otro acceso por la López del Castillo en la colonia Luis Encinas.

TRISTE ACTUALIDAD

La poca asistencia de consumidores a “La Yarda” hace que muchos negocios se hayan visto en la necesidad de cerrar sus locales.

Empleados del inmueble aseguran que en muchos casos, los clientes han preferido hacer sus compras en otros mercados por sus prácticos accesos y variedad de productos.

El Olímpico cuenta con más de cien locales, de los cuales, solamente se encuentran 30 abiertos al público.

Don Marcos Medina, empleado de este mercado desde el año 2011, comentó que la baja de consumidores es desde antes de la pandemia y se agravó después del confinamiento.

“Es una lástima que los dueños de los locales no abran al público, ni rentan, ni lo trabajan, siento mucho desinterés de su parte”, señaló el trabajador.

Jorge Montaño, empleado de frutería “Tapia”, expresó que muchos locatarios usan estos locales solo como almacén porque tienen sus negocios en otros mercados.

“Esperamos que haya una recuperación de la Yarda y que regrese sus tiempos de gloria, pues da lástima verlo tan solo”.