Patricia del Moral fusiona el arte y su amor por los animales

La joven hermosillense ha encontrado la forma de plasmar su talento a través de tazas personalizadas en las que busca dejar grabados grandes momentos, así como a mascotas de quien se lo pide.

Desde que era una niña, la hermosillense Patricia del Moral Dávila mostraba amor por los animales, y posteriormente descubrió su talento para el arte, por lo que decidió fusionar ambas facetas y emprendió su negocio de tazas personalizadas pintadas a mano.

Sus creaciones más comunes son diseños de perros y gatos, pero también ha plasmado animales más inusuales, como caballos, pollos y águilas.

En cada taza pintada, ella plasma los recuerdos y cariño de sus clientes hacia sus mascotas, que son seres irremplazables en nuestras vidas, afirmó la artista.

Fue el 15 de enero de 2021 cuando la joven de 25 años inició formalmente con este negocio, que le ha permitido dar rienda suelta a su talento, mismo que ha desarrollado desde temprana edad.

“Toda la vida he dibujado esporádicamente, pero fue en la preparatoria cuando me empezó a gustar más y al graduarme decidí entrar a la Licenciatura en Artes Plásticas”, recordó. 

Fue así cuando en 2016, Patricia inició su formación profesional en la Universidad de Sonora. 

Del Moral Dávila encontró en su preparación, la inspiración para mostrar su talento para la pintura y el dibujo. Sin embargo, no fue hasta hace apenas dos años y medio que decidió dar vida a su negocio.

“Todo empezó porque le regalé una taza pintada a mi novio en 2020 y dije, ‘esto lo podría vender’, se me ocurrió y casi llegaba navidad, entonces decidí publicarlo, más que nada fue para salirme de trabajar en donde estaba, era mesera y como ya estaba estudiando mi segunda carrera, me quitaba mucho tiempo”, señaló.

En busca de más tiempo para su preparación profesional como futura arquitecta, fue que tomó la decisión.

"Mi primer cliente fue una de mis amigas cercanas, Olivia, me pidió una taza para regalársela a su jefa”, recordó. 

Con paciencia y dedicación, la estudiante ha dado vida a cada taza personalizada, adaptando los diseños y colores según la esencia de cada mascota.

“Se me hace muy bonito trabajar con cosas que la gente quiso o quiere mucho, es por eso que trato de hacer mi trabajo con todo el amor posible, porque sé que son algo importante para ellos, los animalitos son parte de la familia”, explicó.

Le llega a las personas

Al estar en contacto con muchos clientes, Patricia cuenta con varias historias, pero hay una que recuerda con especial cariño, la de una pequeña a quién sus familiares le obsequiaron una de sus tazas.

“Me mandaron el video de una reacción de una niña de 12 años, le dieron una taza con el retrato de un perrito que había fallecido, tenía poco, como un mes creo, en cuanto le dan la taza a la niña empieza a llorar, ya me han mandado como tres videos así de que la gente llora o se emociona mucho, los veo y lloro yo también, el hecho de darme cuenta que puedo causar eso, se me hace bonito”, explicó Patricia. 

Natalia Romero es una amiga cercana de Patricia, y describió sus trabajos como algo excepcional.

“Me parece excelente que pueda usar el talento que tiene y plasmarlo en algo tan bello, ella logra crear un resguardo para las personas de ese animalito que es o fue querido, siempre le agradecen su trabajo ya que les causa muchas emociones”, manifestó.

Jennifer Reyes agregó que el talento de Patricia se notaba desde que la conoció a los 16 años, ya que ella realizaba los proyectos escolares mejor que sus compañeros.

“Siempre me ha parecido muy inteligente y talentosa, recuerdo que en la preparatoria dibujaba en clase, tengo muy presente una vez que hizo un súper héroe bien bonito, estudiar artes le ayudó a pulir lo que ahorita hace.

“Lo disfruta y es donde mayor ingresos genera, recuerdo que hubo una temporada donde no se daba abasto, es muy bonito ver como ha crecido, de verla dibujar en cuadernos a dedicarse a ello”, narró su amiga desde la adolescencia.