Mayra Paredes usa su talento en la repostería para ayudar a los demás

HERMOSILLO, SON.- Algunas personas han visto en su talento una forma de poder ayudar a otras que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Por su motivación a brindar a los demás un poco de apoyo, Mayra Paredes, vio en su negocio de pasteles la motivación para hacerlo.

La también licenciada en Literaturas Hispánicas, comentó que comenzó a percatarse de que su trabajo llamaba bastante la atención de la gente, por sus diseños, técnica y complejidad, así como por su sabor y calidad.

“Ver a su personaje favorito de anime, de una serie de televisión, película o caricatura, a una celebridad o un cantante, anima mucho a la gente y despierta su curiosidad por probar un bocado —o cinco, o seis, o siete— de un pastel de mi negocio”, dijo.

Partió de esa “cosquilla” para comenzar a rifar pastelitos con causa: alguien gana un lindísimo y riquísimo pastel y otro alguien una oportunidad de vida.

“En mi repostería eso es suficiente para encendernos el corazón y llenarnos el horno (o viceversa). Lo hacemos con los brazos abiertos”, explicó.

Asimismo, expresó que que cualquier número de personas que ha apoyado nunca será suficiente. Ya que desearía poder estrechar más manos, obsequiar más pasteles, sacar más sonrisas y vaciar hospitales enteros.

“Gracias a todas las personas que confían en nosotros y compran boletitos para alguna rifa, hemos podido ayudar a personas vulnerables, personas que necesitan ayuda para costear gastos médicos mayores, operaciones o tratamientos de enfermedades graves y a chiquitines que no tenían acceso a una educación de calidad”.

“Nos alegra ser el vehículo, el intermediario entre todas esas personas dispuestas a aportar un granito de arena, y aquellas otras que, con gratitud y emoción, reciben nuestra ayuda”, destacó.

La joven hermosillense también se desempeña como escritora, cuentacuentos y animadora de lectura para los más pequeños, a través del colectivo Sonora en Prosa.

Al público mayor le gusta “lanzarles” poemas en forma de ladrillos a la cabeza, a ellos le habla de crítica social, de rabia y protesta.

El amor es lo que mueve a Mayra Paredes, la gran pasión que siente por lo que hace: hornear, embetunar y decorar son actividades que disfruta muchísimo. Eso, aunado a que le emociona y le llena el corazón ayudar a la gente, eso la mantiene siempre entregándose, tanto al betún como a las personas que más lo necesitan.

“La respuesta de la comunidad hermosillense también ha sido un gran motorcito: siempre hay alguien por allí dispuesto a apoyar, a compartir, a dar difusión. Eso es bonito y me inspira”, añadió.

Mayra espera poder ver a esas personitas, chicas y grandes, gozando de una vida plena y llena de amor. Es lo único que desea. También el poder siempre ayudar a alguien más y que mientras no se apague su corazón, que no se apague tampoco el horno.