Marco Alfaro espera que la 'tercera sea la vencida' en la búsqueda del sueño americano
Marco Alfaro salió de su natal Honduras para intentar, por tercera ocasión, entrar a los Estados Unidos. Un destino soñado para quienes emigran en busca de mejores oportunidades.
HERMOSILLO, SON.- Los problemas sociales, ser perseguido por un grupo delictivo, la falta de oportunidades laborales y que no se gane el suficiente dinero para subsistir con lo básico, son algunos de los detonantes por lo que migrantes centroamericanos, emergen un viaje del que tal vez no hay regreso.
Marco Alfaro, salió de su natal Honduras para intentar, por tercera ocasión, entrar a los Estados Unidos, destino soñado para quienes emigran en busca de mejores oportunidades, o incluso, salvar su vida.
Fue muy difícil tomar la decisión de dejar la tierra que lo vio nacer, pero no podía aceptar recibir menos de veinte dólares como salario a cambio de duras jornadas de trabajo y exigencias que la fabrica textil exigía.
Era algo que no estaba dispuesto a aceptar. Pues no puedes aspirar a una vivienda, una estabilidad económica y un futuro digno para una familia conformada por su esposa y dos hijos que rondan entre los siete y diez años de edad.
Sus intentos
La primera ocasión que Marco intento cruzar “al otro lado” fue capturado por la policía de inmigración y posteriormente deportado, aunque muchos compañero quien iban con él se entregaron con la esperanza de recibir asilo político, también fallaron en el intento, fueron regresados al lado mexicano de la frontera.
La segunda ocasión, casi arriesgando su vida, logró cruzar hacia territorio norteamericano donde logró llegar al estado de Carolina del Norte. Durante seis meses pudo instalarse en un trabajo como carpintero y empezar a hacer dinero.
Tanto así, que juntó un “guardadito” para que una vez volviera a Honduras pudiera levantar una ferretería y le generara el dinero suficiente para ayudar a su familia.
Pero una redada por parte migración frustraría su objetivo, teniendo que volver a pasar por el proceso de deportación.
A pesar de volver a su país natal, logró llevar a cabo su proyecto de instalar su ferretería y empezar a trabajar. Pero la suerte no le sonrió lo suficiente al percatarse de que tenía que pagar altos impuestos al gobierno para poder manejar su negocio, sin mencionar de las extorsiones que recibía de las pandillas al cobrar “el derecho de piso”.
Fue una lucha que no pudo tolerar, optando lamentablemente por dejar a su familia y aventurarse a emprender otro viaje a los Estados Unidos.
Hace cuatro días fue cuando Marco llego a la capital hermosillense donde explicó que no le ha ido del todo bien, pues a su llegada fue intervenido por elementos de la policía quienes le quitaron su dinero a cambio de librarse de ellos.
Así que ha tenido la necesidad de pedir dinero, mencionando que lo mucho o poco que le den es bueno, tiene que acumular lo suficiente para trasladarse a la ciudad de Mexicali, su amigo Joel lo espera en San Diego.
Optará por entregarse a las autoridades, pero está cociente que es un intento no muy recomendable, al acordarse que ni de esa manera sus compañeros lograron entrar a territorio norteamericano.
La aventura
En caso de ser deportado, se aventurará a cruzar de nueva cuenta el caluroso desierto donde por poco pierde la vida al no contar con insumos suficientes para sobrevivir las altas temperaturas.
Pero considera que es una sacrificio que esta dispuesto a tomar con tal de sacar a adelante a su familia.
Agradece las consideraciones que ha tenido la gente de Hermosillo, pues a pesar de tener un percance con las autoridades, han sido mayor las personas que lo han ayudado con dinero para acabalar su viaje y quienes lo apoyan con algo de comer.