Manuel llegó a Hermosillo desde Nezahualcóyotl y ahora la "Osa" es su inseparable compañera

Con la curiosidad de conocer otros lugares, fue razón suficiente para Manuel Álvarez, de 42 años para cargar lo suficiente para tomar el tren y salir desde el barrio de Nezahualcóyotl hacia el norte.

HERMOSILLO, SON.- Con la curiosidad de conocer otros lugares, fue razón suficiente para Manuel Álvarez, de 42 años para cargar lo suficiente para tomar el tren y salir desde el barrio de Nezahualcóyotl hacia el norte.

Su intención original fue cruzar hacia Estados Unidos, cosa que no pudo pudo lograr, pues fue detenido al intentar cruzar la frontera. Estando en Nogales, no duro muchos días cuando decidió seguir bajando por las diferentes ciudades del estado.

Una vez detenido, su intención fue volver a Ciudad de México, sin embargo, a su llegada a la Ciudad del Sol, los ciudadanos acogieron a Manuel, en primera, dándole trabajo lavando autos sobre el bulevar Morelos, a la altura de la colonia Pitíc, frente a una tienda comercial.

Posteriormente, Manuel tomó parte del Camellón para dejar sus cosas, algo que los vecinos de la colonia no hicieron queja alguna, pues vieron en Manuel una persona que viene a trabajar y querer salir adelante.

“La aventura, mas que nada, fue la razón por la que quise salir de la Ciudad de México y conocer otros lugares, irme al otro lado, estuve un tiempo pero migración me regresó a Nogales y siguiendo mi ruta, llegué a Hermosillo”, dijo.

Manuel, lleva diez años viviendo en la ciudad, donde se ha podido trabajar lavando autos para vecinos de la colonia, desde lavarlos en el estacionamiento o cocheras de las casas e inclusive, los vecinos han tenido la confianza de abrirle las puertas de sus casa para que pueda lavar los carros en caso de ser necesario.

“Desde que me instale en Hermosillo, he trabajado lavando los carros de los vecinos, si vienen aquí a la tienda o los tienen afuera de sus casas. Otras veces me dicen si los puedo lavar pero hasta su casa, me llevan y me traen de vuelta”, comentó.

E inclusive ha tenido la oportunidad de ofrecer sus servicios de lavado de autos en varias cuadras de la colonia.

A pesar de no tener problemas con las autoridades o algún delincuente que quiera hacer de las suyas haciendo daño a Manuel, desde hace cuatro años cuenta con dos mascotas, el Palomo y la Osa, sus fieles guardianes que cuidan de las cosas de Manuel mientras se encuentra haciendo sus labores.

Dichas mascotas, fueron regaladas a Manuel, en el caso de El Palomo, fue regalo de un vecino médico y la Osa, otro regalo de otro vecino profesionista, que originalmente le regalo dos perros, pero se le perdió y nunca mas dio con el.

A pesar de su hogar sean las calles y la banqueta de una tienda comercial, ha agradecido el apoyo, principalmente de trabajo por parte de sus vecinos que le han dado hace diez años en cuanto llegó a la capital.

Y no conforme con el apoyo dándole trabajo, sus vecinos le han echado la mano con comida, sabiendo en la situación en la que Manuel vive.

Manuel tiene planeado regresar a su natal Ciudad de México, juntar lo suficiente para poderse ir en Avión o en autobús, razón por la que hoy mas que nunca se encuentra trabajando mas duro para regresar a su hogar, donde laboraba como ayudante en una carpintería.