Lydia dejó un legado para toda la vida
Lydia Acosta fue una madre ejemplar, durante toda su vida, transmitió un sinfín de valores a sus hijos, quienes la recuerdan como una mujer alegre, servicial y amorosa, destacando que les dio el mejor regalo de todos, la vida.
HERMOSILLO, SON. - Lydia Acosta fue una madre ejemplar, durante toda su vida, transmitió un sinfín de valores a sus hijos, quienes la recuerdan como una mujer alegre, servicial y amorosa, destacando que les dio el mejor regalo de todos, la vida.
Durante el marco del Día de las Madres, su familia la conmemora como lo que fue, una heroína. Su hija Lydia, quien heredó su nombre, sabe que cada 10 de mayo será diferente para ella y sus seres queridos, debido a que el año pasado, perdió la lucha contra el coronavirus.
Lydia transmite que su madre representa y representaba todo en su vida, recordando que es una persona llena de luz y de amor, siendo ese el mensaje que le dejó para toda la vida.
“Mi mamá era una persona muy buena, muy amorosa y muy responsable, para mí era mi mejor amiga y la persona que sabía todo de mí. Era la persona en la cual me refugiaba cuando algo me pasaba y no sabía qué hacer. Siempre me dio los mejores consejos y me ayudaba a salir de diversos problemas, simplemente mi persona favorita”, recordó.
La joven de veinte años comentó que todo ha cambiado desde su partida, ya que ella era sumamente apegada a ella, le contaba su día a día. Dentro de su hogar, la situación también ha cambiado, extrañan su comida y su forma de acomodar las cosas.
“Siento mucho su presencia cuando vamos a la casa de mi nana y estamos todos y ella no, ella siempre era la que decía bromas y todos nos reíamos, era la que bailaba y la que ponía todo el ambiente”, comentó.
Para conmemorar este día de las madres, Lydia y su familia planean asistir al panteón a visitarla, comprarle flores y estar un rato con ella. Además, recordarán el día de las madres del año pasado, mismo que pudieron disfrutar a su lado, antes de la tragedia.
A pesar de la perdida, sus allegados comentan que el legado que dejó la señora Lydia es inquebrantable, ya que con su carisma transmitía sentimientos de paz y de amor, mismos que son característicos de una figura materna de excelencia.