Una década de ofrecer sus Popusas a los hermosillenses
José Antonio Calderón Figueroa aprendió desde muy chico a hacer este platillo de origen salvadoreño, pero ha dedicado los últimos diez años de su vida a ofrecer una versión sonorense que deleita al sur de Hermosillo.
Las popusas son un platillo que José Antonio Calderón Figueroa adoptó a la cocina sonorense, la receta, una preparación de gordita de maíz de nombre pupusa en El Salvador, la cual aprendió a hacer desde hace más de 10 años.
Un pequeño José Antonio a los 14 años empezó a trabajar mientras estudiaba en la preparatoria, él ayudaba a una señora que basó su receta de popusas en una salvadoreña; a salvadoreña aún conserva su negocio y la señora que le enseñó a José Antonio no continuó trabajando, por ello a los 15 años Antonio decidió emprender.
“Yo cuando trabajaba con la señora que aprendí a hacerlas estaba en el Cobach y viernes, sábado y domingo preparábamos en la casa de mi abuelita en la colonia Piedra Bola, así duramos dos años, pero por mis estudios se me hacía muy pesado, cerramos el negocio, terminé la prepa y como ya no seguí estudiando con los ahorros monté el negocio”.
El 23 de septiembre del 2012 el sur de Hermosillo conoció las popusas que cocina Antonio Calderón, una gordita de maíz al comal, rellena de chicharrón triturado, queso o ambas, acompañadas con repollo y zanahoria.
“Cuando recién iniciamos el negocio, hasta 100-200 pesos vendíamos, nos agüitabamos, pero decíamos, no todos los días es de vender mucho, hay días buenos, días malos, pero siempre hay que ir con la mente que vas a vender y le vas a echar ganas”.
El año de la pandemia también marcó una temporada difícil para las popusas, José tenía que poner su puesto a las 7:00 PM y quitarse a las 9:00 PM por las condiciones sanitarias, entonces mudó su forma de trabajar para optimizar su tiempo y su seguridad.
“Duramos como un mes diciéndole a la gente que marcaran, atenderíamos en nuestro domicilio desde las 2 a las 12 de la noche y lo que fuera cayendo, estuvo muy fuerte la situación, tanto que tuve que meterme a trabajar porque me iba a quedar en cero, no es lo mismo porque ganas muy poquito y te ocupa mucho tiempo”.
El negocio que empezó con un comal y una mesa, hoy se ha convertido en una carreta ya no solo venden popusas, también vende quesadillas y planea agregar más alimentos, el negocio ha rendido frutos y a 10 años de iniciar su viaje de emprendedor el joven de 25 años se encuentra más entusiasmado que nunca, pues un bebé ha llegado a su vida y quiere trabajar para darle todas las oportunidades que él no tuvo.
La carreta de José Antonio Calderón se encuentra en el bulevar las Lomas y la Calle Platón, trabaja de lunes a sábado en un horario de 19:00 a 00:00 horas, cada popusa tiene un costo de 13 pesos si es de un guiso y 15 si además de chicharrón es acompañado con queso.