El negocio de empanadas de Lalo y Almita rumbo a Tijuana

Esta carreta se convirtió en una tradición para las personas que utilizan ese bulevar como ruta al trabajo.

Hace más de 12 años que Don Lalo Álvarez y su esposa Almita instalaron una carreta para vender empanadas fritas de carne con papa en una esquina de la colonia El Rastro, y hoy, en busca de una mejor oportunidad llevarán su puesto a Tijuana, donde vive su hija que lo invitó a quedarse a trabajar allá y unir a la familia.

Aún están en los trámites de mudanza y hace poco tiempo que la pareja dejó el negocio a cargo de su tía Doña Trini, que también planea dejar Guaymas y hacer su vida en Hermosillo con su pareja, que es quien más la apoya desde que se fueron Lalo y Almita.

Trini, cansada y con problemas de salud, desea que por lo menos durante un tiempo, alguien más se haga cargo del lugar que ya tiene clientela fija. Y muchos de los comensales que apenas se han enterado de que Don Lalo se fue de Guaymas, no saben que Trini también lo hará.

“Estoy mal de la columna y el 10 de noviembre alomejor me operan, no sé si me voy a animar, he estado buscando a alguien para rentarle la carreta mientras me aliviano pero no he encontrado todavía, hay mucha gente que no tiene que hacer pero no quieren trabajar, le sacan a levantarse temprano, muy mal porque este negocio no hay en ningún lado de Guaymas y si otra gente se aventara le va a ir muy bien, le dije a Lalo que me voy a ir a vivir a Hermosillo porque ahí tengo a mi pareja y ya no quepo aquí, yo quiero mucho a ese señor y me dijo que para allá me lleve la carreta, por lo pronto, si nadie me ayuda cuando esté enferma va a estar cerrado por un tiempo, pero si en unos tres meses me voy a ir, nomás estoy esperando poder pagar una deuda, yo no sabía qué me iba a pasar esto de la columna, de haberlo sabido no compro la carreta”, dijo.

Aún hay caras nuevas conociendo las empanadas

Doña Trini se levanta a las 2:30 de la mañana a preparar diez paquetes de burritos, después amasa y arma algunas empanadas (con carne y papa que coció el día anterior) y ya en el puesto, cuando le quedan pocas, hace más. Al terminar se va a su casa a preparar carnes para rellenar los burritos un patrón que los vende en Guaymas Norte.

“Yo empecé vendiendo burritos, mi sobrino Lalo y su esposa que ya tenían años aquí me animaron a que viniera a vender burritos enfrente de su puesto, gracias a Dios me ha ido bien, y con las empanadas también porque ya tenían a los clientes de años, los días buenos que son lunes, viernes, sábado y domingo vendo 120 empanadas, ya los demás días son entre 60 y 80, llego a las 5:15 de la mañana, primero salen los burritos y después a las 7:30 pongo la lumbre para las empanadas, platicó.

Lalo y Almita dejaron mucha clientela en la carreta ubicada en el bulevar Rodolfo Sánchez Taboada y calle 4, y aún siguen llegando caras nuevas que descubren esas empanadas típicas de Baja California, lugar donde Lalo las probó, aprendió a hacerlas y las vendía primero en Miramar a los pescadores, para después establecerse en una esquina de El Rastro, que se quedará vacía.