Don Juan siempre ha tenido una vida cercana al deporte

Siempre en acción, Don Juan Béjar Vázquez tuvo una corta pero promisoria experiencia como boxeador, pero la vida lo alejó del pugilismo mas no del deporte.

Hay quienes nacen para ser deportistas toda la vida, hasta que el cuerpo aguante. Así es la vida de don Juan Béjar Vázquez, que pasó por los encordados, las bases y bolas, hasta retirarse después de correr carreras de resistencia.

A sus 17 años de edad, el oriundo de Hermosillo comenzó la práctica del deporte que le proporcionó muchas satisfacciones aunque fue corta su carrera boxística. 

Dijo sentirse dichoso de haber sido dirigido por la leyenda de los puños en Sonora, el boxeador, entrenador y promotor Jesús “Chucho” Llanes, allá por el año de 1957.

El señor Béjar comentó que entrenaba en las instalaciones deportivas de la "Casa del Pueblo" y que en ese lugar había campos de béisbol, canchas de frontón y el gimnasio boxístico, en el área donde hoy día está el Parque Infantil de Sonora.

Relató que con sólo tres peleas en su haber fue contendiente a un campeonato nacional en peso pluma. La falta de experiencia y la poca preparación física, a causa de la prontitud del combate, cobraron factura al perder en un reñido encuentro en Mexicali, Baja California.

Regresó a Hermosillo, triste por la derrota, pero orgulloso por los comentarios de los expertos en box de aquella época, que le auguraban un brillante futuro, pues tenía las aptitudes necesarias para lograr los codiciados cinturones.

SUPERANDO LAS EXPECTATIVAS

Tras un año de la experiencia en tierras cachanillas y después de dos enfrentamientos estatales más con victoria en ambos duelos, don Juanito recibió, por boca de uno de sus amigos, la noticia de que su siguiente rival sería un capitalino que llevaba la cantidad de 89 combates efectuados, contra sus apenas 6 encuentros.

Recordó no haber sentido temor y subió confiado al encordado con la mira puesta en la victoria que se dio de calle a calle, pues en esta ocasión hizo su entrenamiento en tiempo y a conciencia.

Terminando la noche boxística, el entrenador de su contrincante se acercó a él para ofrecerle sus servicios y tenerlo de pupilo, a lo que don Juanito se negó por seguir con su mismo entrenador.

Al ver la negativa del joven boxeador, el entrenador rival se acercó a “Chucho” Llanes para decirle una frase que Don Juan nunca olvidaría: “Tienes en tus manos al futuro campeón de la República”.

En su segundo enfrentamiento, repartió golpes a placer a su rival, que contaba con buena condición física, pues este no caía por más que don Juan se esforzó por noquearlo. 

La contienda se fue a la decisión de los jueces para definir al ganador, en la que todo pintaba para que se diera de manera unánime a favor del sonorense.

Uno de los calificadores de la pelea dio su puntuación a favor de don Juanito, lo extraño, dijo, es que el siguiente juez otorgó la victoria por un punto a favor de su contrincante.

Lo que más recuerda de ese momento es que el público asistente, enardecido por la situación injusta, se volcó en su apoyo, gritando en repetidas ocasiones y a todo pulmón la palabra “Sonora”, logrando con ese detalle que don Juan se sintiera el total vencedor de la contienda.

ADIÓS A LOS ENCORDADOS

Con el paso del tiempo, don Juan conoció a la que ahora es su mujer y con quien procreó a sus hijos, por quienes adquirió nuevas responsabilidades y lo forzó a laborar de manera fija.

“La verdad, me dio flojera tener que trabajar e ir al gimnasio y por eso colgué los guantes”, confesó con franqueza.

Al retirarse del box, don Juan se dedicó a trabajar de tiempo completo en la Farmacia Moderna en el centro de la ciudad, que hoy ya no existe.

El ex boxeador combinó su labor con otros deportes menos esclavizantes como el softbol y béisbol.

Sus últimos logros deportivos fueron recientemente: a sus 65 años participó en competencias en carreras de 5 kilómetros, en donde logró siete trofeos de primer lugar y otros segundos y terceros lugares.

En la actualidad, se retiró definitivamente de toda actividad deportiva al someterse a varias cirugías en su columna vertebral, tras caer a un hoyo durante una competencia donde se lastimó el cuello y la espalda.