María Corrales vence los estigmas y saca adelante a su familia

El oficio de "llantero" es, por lo regular, trabajo que realizan los hombres, esto debido al esfuerzo físico que implican las labores de dicho quehacer.

La señora María Corrales es la excepción a la regla, ya que lleva 18 de sus 50 años desempeñándose en esta labor, y manteniendo de esta forma a sus dos hijos.

En entrevista mencionó que muchas personas, incrédulas de que sea un trabajo bien hecho al ser una dama la persona que atiende a los usuarios, optan por retirarse a otra llantera a efectuar el servicio.

Dijo contar con una basta cartera de clientes que confían plenamente en su labor, ya que trabaja con la misma calidad y seguridad con que lo haría cualquier hombre.

Su difunto esposo, al verse imposibilitado de trabajar y tener que trasladarse usando silla de ruedas, fue quien puso el negocio, pero el estar batallando con personal irresponsable que le dejaba el trabajo tirado, María decidió "entrarle al toro por los cuernos” y comenzó su labor como "llantera".

Atraviesa por dura situación

También comentó que, a duras penas, logra ser la proveedora del hogar, ya que desgraciadamente enviudó a principios de la pandemia. La experiencia sufrida al quedar sin su pareja, hicieron que redoblara sus esfuerzos para salir adelante.

Mencionó que tras la terrible pérdida de su marido, los dueños del terreno en el que labora le pidieron que se mueva de lugar en un lapso de un mes, a lo que argumenta que esto seria un retroceso, pues tendría que buscar nuevos clientes y dejar aquellos que con tantos años ha logrado convencer.

Dijo que espera llegar a buen termino y le permitan desarrollar su negocio, que por tantos ha mantenido a base de esfuerzo y dedicación.

Maria hizo una invitación a las mujeres en general a sumarse a hacer trabajos que la gente piensa que son imposibles de lograr para las féminas, argumentando que, al contrario de lo que puedan pensar muchas personas, es posible salir adelante con ello.