Joven hermosillense toma las riendas de la taquería familiar
Un negocio que inició en la pandemia por fuera de una casa se convirtió en la fuente de empleo de Berenice Cruz Leal, quien con su visión y toque único, busca salir adelante día tras día como emprendedora.
La taquería "Lalitos" lleva el nombre del papá de Berenice, ya que fue justo el señor Don Lalo Cruz quien comenzó el negocio durante la pandemia de 2020, en la colonia Palo Verde. Ahí la joven tras quedarse desempleada comenzó a formar parte del proyecto de sus papás.
“Yo me quedé sin empleo, era maestra en una primaria, entonces a raíz de que estábamos en casa teníamos parte de material para vender algo a lo que ya nos dedicamos, porque vendíamos para eventos, entonces dijimos ¿Por qué no? Nos ponemos los fines de semana para que no afecte cuando nos reintegramos a las actividades cuando pase la pandemia”, compartió la emprendedora.
Cuando las actividades retomaron su curso, el padre de Berenice no tenía tiempo para continuar con el emprendimiento, entonces arriesgándose en el nuevo mundo post pandemia, decidieron tomar el negocio y cambiarlo a una nueva ubicación, trasladándose a una plaza en colonia Verbena, ubicada sobre el bulevar Las Quintas.
“Queríamos tener una ubicación clave para que la gente de otras zonas pudiera llegar, porque nos dimos cuenta de que al estar en una colonia tienes que tomar avenidas, calles que son difíciles para que lleguen algunas personas y toma tiempo, las personas cuando quieren comer es algo rápido, algo a la mano”, mencionó.
La joven jamás pensó que después de prepararse profesionalmente se dedicaría a trabajar en un giro de negocios con el que sus padres la sacaron adelante, y tampoco se imaginaba todo lo que conllevaba.
“Tengo diez kilos extra de mi peso, porque esto implica mucho tiempo al principio, es algo totalmente nuevo para tí, necesitas encaminarte a hacer una nueva dinámica y todo eso, cambia tu mente, entonces de estar acostumbrado a hábitos que te hacían sentir bien físicamente, cambias a una actividad que te está dando más trabajo porque hay eventos, taquizas, desayunos por otros lados, es trabajo extra y no sólo es hacer tacos, tienes que hacer contabilidad, ver temas legales al ser un negocio formal, invertirle tiempo en las redes sociales, es un paquete que mucha gente sólo ve una parte”, contó.
Un negocio difícil
Compartió que incluso hay amistades que se han alejado de ella porque ahora sigue una meta enfocada en su negocio, aventura en la que entra un emprendedor. Sin embargo, señaló que es lo mejor que le ha pasado en la vida, pues a través de esta meta ha logrado madurar, crecer como persona y convertirse en una mujer más responsable.
En la taquería se venden tacos de barbacoa, chicharrón, cabeza, puerco al horno, así como especialidades preparadas con huevos guisados, tortas y uno de los valores agregados a su marca, que son los tacos de cueritos.
Berenice, quien estudió Teología y Asistencia Educativa, compartió que si existe algo que la llena como emprendedora, es que su comida tenga la aceptación de los clientes más pequeños del hogar, porque afirma los niños mienten cuando algo les gusta o no.
Actualmente el negocio se mantiene con un equipo familiar, que además de Berenice intervienen en la taquería, siendo estos su mamá Anita Leal, su hermano Samuel Cruz, y su padre Don Eduardo "Lalo" Cruz, quienes apoyan en cocina, atención al cliente o la actividad que demande el negocio.