Hermosillense se convierte en una reconocida socorrista internacional

Una labor que ha desempeñado con mucho amor, pasión y disciplina desde hace 10 años ha logrado convertir a Karla Nohemí Guzmán Romero en una socorrista reconocida.

HERMOSILLO, SON.- Una labor que ha desempeñado con mucho amor, pasión y disciplina desde hace 10 años ha logrado convertir a Karla Nohemí Guzmán Romero, originaria de Hermosillo, en una socorrista reconocida, además de haber tenido la oportunidad de viajar a Nueva Orleans, Luisiana, para apoyar a la Cruz Roja Americana.

Inicios

Luego de que una amiga le pidiera que la acompañara para acudir a las instalaciones de Cruz Roja a pedir información, ya que estaban interesadas en estudiar medicina, fue que le nació el interés, en esos años Karla se encontraba estudiando preparatoria por ello tuvieron que esperar un tiempo para cumplir la mayoría de edad.

Luego de terminar sus estudios en preparatoria, realizó estudios de inglés en Canadá, tiempo después regresó a México para acceder a Cruz Roja, donde pudo tomar los cursos de Técnico en Urgencias Médicas (TUM).

Logros y experiencias

En el año 2019 se convirtió en la primera mujer del país en manejar una de las 5 unidades de respuesta rápida, las motoambulancias.

Ese mismo año recibió una distinción como socorrista del año, presea que sus compañeros de Cruz Roja Mexicana votaron para que se le entregara por su responsabilidad y compromiso con la institución.

Este 2021 realizó su primera misión internacional al estado de Luisiana para trabajar con la Cruz Roja Mexicana para brindar auxilio a los afectados del huracán “Ida”. Karla recalcó que la Cruz Roja Americana no realiza atención prehospitalaria como se hace en México, sino que se enfocan en ayuda humanitaria, banco de sangre y manejo de albergue, por ello la misión fue la distribución de ayudar a las familias que estuvieron afectadas.

Había muchas casas destruidas, muchas familias que se quedaron sin casa o que parte de ellas necesitaban ayuda para reconstruirse o limpiar el escombro”, explicó.

Obstáculos

Dentro de la reciente misión que realizó a Nueva Orleans, Karla compartió que su ritmo de trabajo era muy rápido, además de que les hacía mucha falta el voluntariado, por ello pidieron apoyo a México.

Era empezar desde temprano, salir a las rutas desde Baton Rouge (capital del estado estadounidense de Luisiana) ahí era la base, tenían las cosas que se iban a distribuir, nos daban comida, utensilios de limpieza para ir a levantar un poco las casas destruidas, nos asignaban una ruta por equipos, nos dividíamos y así a diferentes partes”, indicó.

Ella, al ofrecer los servicios médicos, tiene que hacer un lado las emociones para que los pacientes vean la seguridad del socorrista y que no entren en pánico o lleguen también a desesperarse.

En la escena o al momento de llegar no podemos ponernos nerviosos o que vean que la persona que te va a ayudar está llorando, es un estrés y los traslados se vuelven eternos”, dijo.

Satisfacciones

Describió que una de las grandes satisfacciones que le ha otorgado ser socorrista es cuando al final del día le dan las gracias, se siente satisfecha con la labor que hace, y ayudar a las personas es una de las grandes prioridades en su vida.

Aunque le gustaría seguir ayudando a pacientes enfermos, prefiere estar en el servicio en calle, pues confesó que le llama la atención la ayuda humanitaria y a futuro le gustaría colaborar en el área de desastres.