Fariseos de Hermosillo cierran ciclo de sacrificio con la quema de máscaras

La purificación de los fariseos abre la puerta para otro de los momentos más representativos de la tradición originaria: se materializa con la quema de máscaras.

El miércoles de ceniza, celebrado el pasado 5 de febrero, abrió, como cada año, un periodo de purificación que viven los pueblos católicos del mundo; periodo que termina este domingo de resurrección. En Sonora esto toma un color especial de la mano de los 8 pueblos Yaquis y del resto de comunidades donde ha permeado la tradición Yoeme

“Nosotros empezamos con las reglas que nos rigen desde el Juramento Yaqui: para ti ya no habrá familia, para ti ya no habrá dolor, para ti ya no habrá cansancio, para ti ya no habrá sufrimiento. Simplemente cumplimos con los mandatos divinos”, dijo a e Media Alfredo Enrique Gutiérrez Olea, Pilato de la Ramada Revolución 1.

El Pilato es una suerte de 'segundo al mando' al interior de una comunidad yoeme, cosa que se expresa principalmente durante la cuaresma: este pueblo originario le da tanta relevancia a la representación de la pasión, la muerte y resurrección de "nuestro Señor Jesucristo”, que el Gobernador Tradicional deja de lado dicha responsabilidad para dedicarse por completo a la 'fiesta'. El Pilato, así, hace suyos algunos de los deberes para que la máxima autoridad lleve la celebración como corresponde.

Los fariseos, aunque resultan los más vistosos ante ojos extraños, son los integrantes de la tribu con menor autoridad: para ellos el 'acuartelamiento' que da pie a la purificación cuaresmal comienza días antes del miércoles de ceniza; abre cuando se vuelcan a la confección de sus máscaras.

Máscaras que captan la atención de todo el mundo debido a sus formas: algunas, las más clásicas, la de ppplos 'chapayecas', tienen sus raíces en su interpretación de la imagen de los soldados romanos que dieron muerte a Jesús. Otros optan por figuras más modernas: arlequines, demonios, becerros, reyes, rancheros, cholos, gallos, mariposas y hasta apaches.

La purificación de los fariseos abre la puerta para otro de los momentos más representativos de la tradición originaria: se materializa con la quema de máscaras; en un instante, todas las formas quedan reducidas a cenizas para dar paso, al día siguiente, en el último día de la celebración, a la 'Gloria Chiquita' que viven los Yaquis de la mano del Venado al centro de la Pascola.

El origen de la forma yoeme de vivir la cuaresma se encuentra, naturalmente, en los 8 Pueblos Yaquis: comunidades que, en lo general, se niegan a ser grabados, entrevistados o expuestos, en general, durante sus fiestas. 

Este reportaje, sin embargo, es posible debido a que la fuerza de su cultura permeó a gran parte de la población de Sonora: en Hermosillo, las ramadas se remontan a 200 años en el pasado. En pueblos y ejidos aledaños, como La Victoria, el Tazajal, la Mesa del Seri y la gran mayoría de los pueblos del Río Sonora, la tradición es más reciente.

Cada ramada, fuera de los 8 pueblos, celebra la pascua con variaciones que para algunos son más significativas que para otros. Muchas de las fiestas celebradas fuera de los 8 pueblos, por ejemplo, se llevan a cabo entre 'yoris'; es decir, personas ajenas a los Yaquis y que, en lo general, no hablan la lengua cahita.

Muchas no dotan del significado originario a la fiesta, lo que desde el punto de vista de los pueblos originarios resulta reprobable. Al interior de sus propias comunidades, sin embargo, en estas ramadas menos tradicionales, la fiesta cobra significados propios.

Significados que a su manera se aproximan al sentido original: a la celebración se le atribuyen cualidades de purificación a través de asuntos más mundanos, tal como alejarse de las drogas, los vicios y la criminalidad; aspectos que son celebrados, a su manera, por cada comunidad.

En Sonora existen al menos 20 ramadas si se consideran las de los 8 pueblos y las que montaron los yaquis asentados en Hermosillo. Si a estas se suman todas las que existen a lo largo y ancho del estado, independientemente de su origen o la rigurosidad de sus ritos, se confirma la premisa: miles de personas terminan este domingo su purificación.