Es el 'triángulo de las Bermudas' para la colonia Rinconada de la Cruz
Entre balaceras, delincuencia y peligros de derrumbe de las casas han vivido durante años los residentes de la colonia Rinconada de la Cruz, ubicada al oriente de Hermosillo.
HERMOSILLO, SON.- Entre balaceras, delincuencia y peligros de derrumbe de las casas han vivido durante años los residentes de la colonia Rinconada de la Cruz, ubicada al oriente de la ciudad.
La colonia colinda al sur con Coloso y El Ranchito, zona que constantemente acapara los titulares de la prensa por el número de delitos que se cometen en sus inmediaciones.
Uno de los que tuvieron más eco fue el femenicidio y homicidio calificado de una pareja que tenía cinco meses habitando sobre las calles Moctezuma Final Sur y Juan Gaytán, en julio del año pasado.
Sin embargo, los crímenes han disminuido en la colonia en los últimos meses, según lo afirmado por varios habitantes del sector.
“Hace poco que está tranquilo, pero estaba muy mal. A nosotros no nos llegaba, pero a las orillas del cierro sí había inseguridad. Pero ahora ha estado calmado”, señaló María Teresa Gómez, de 83 años.
La residente de la calle Juan Gaytán desde hace 58 años, mencionó que nunca ha sufrido asaltos de ningún tipo, pero ha sido testigo de balaceras en su misma calle a plena luz del día.
“Una vez aquí me tocó una balacera, salió para el cerro el muchacho. Sí se lo llevaron, pero dicen que a las tres de la tarde salió con diez mil pesos. Sigue en lo mismo, pero como sabe que trae peligro se va a otras partes. Pero es un muchacho que lo ves y no lo puedes creer. Y no se mete con los vecinos, a mí porque lo conozco desde que lo parieron. Y ahorita hace mucho que no sé de él”.
Operativos de vigilancia
Por su parte, José Antonio Falcón, habitante de la calle 18 de Marzo, afirmó que en este año los operativos de vigilancia se han intensificado, lo que ha contribuido a que disminuyan los crímenes.
“Se ha calmado porque los que andaban mal ya se fueron. A cada rato veo pasar las patrullas”, indicó el hombre de 53 años, propietario de una ferretería que tampoco ha sido víctima de la delincuencia.
“Hasta ahorita no. Antes se oía que asaltaban, pero allá abajo, en la pura vueltecita asaltaron a un muchacho que iba a trabajar hace como cuatro meses. Y allá arriba (a las faldas del cerro) te da miedo ver en la noche, se ve solo por el montón de matas que hay y había mucho malandro”.
Otro de los reportes más comunes de los vecinos es el estado de abandono del camellón que colinda con la colonia, el cual se encuentra lleno de maleza y basura en todo largo. Así mismo, el deterioro de algunas casas también ha sido motivo de denuncias, pues algunas tienen meses sin que se les haya dado mantenimiento y la basura que está sobre las banquetas puede generar problemas de salubridad.
Sin embargo, la señora María Teresa no se deja afectar por estos problemas y prefiere mantener una buena convivencia con todos:
“Yo tengo muy buena relación con los vecinos, para empezar, hagan lo que hagan a mí no me interesa porque no es mi vida, yo no me meto, que me dicen algo y yo de que ‘no, no sabía’, aunque ya sabía, porque si yo digo ‘fíjate que sí’, eso no va conmigo”.
Así mismo, al estar ubicada sobre a la falda del cerro, los residentes de la colonia fueron víctimas de inundaciones en sus viviendas y deslaves de bardas en la pasada temporada de lluvias.
“Pues sí es peligroso, a un vecino se le cayó la barda, pero no pasó nada. Aquí vivimos desde siempre y nunca ha pasado nada”, concluyó José Antonio.