El vandalismo a esculturas no es lo único, la delincuencia reina en el Centro

La delincuencia en la zona alrededor de la Plaza Hidalgo es un problema que los propietarios de los establecimientos allí ubicados han sufrido desde hace tiempo, con robos que ascienden a los cien mil pesos. 

Hermosillo, Son.- La delincuencia en la zona alrededor de la Plaza Hidalgo es un problema que los propietarios de los establecimientos allí ubicados han sufrido desde hace tiempo, con robos que ascienden a los cien mil pesos.

Así fue señalado luego de que la escultura “El paletero” fuera vandalizada a menos de una semana de su instalación sobre la calle Álvaro Obregón.

“A mí me llama mucho la atención algo. A esa escultura le robaron la paleta, yo puse una malla sombra afuera de mi negocio y me duró una semana y media. En ese lugar, en la esquina donde están esos negocios sobre la Garmendia hay focos en toda la plaza. Quiero pensar que ellos organizaron la instalación y a ellos no les pasa nada. Entonces me quedo pensando en qué radica, si hay seguridad para ciertos espacios y para otros no”, señaló la propietaria de un café por esa zona.

La emprendedora local fue víctima de robo en dos ocasiones cuando su negocio estaba ubicado entre la Avenida Rosales y Pino Suárez hace un par de años.

“Me robaron dos veces. En una ocasión me robaron algunas cosas, pero a los meses me robaron todo. Acababa de invertir y me robaron todo. Fueron casi 90 mil pesos. En el antro que está a la vuelta se robaron bocinas y en teoría fueron más de cien mil pesos. Y en el bar de al lado se robaron hasta las monedas de la rockola. Allí puedes pensar que a la gente no le importa robarse la paleta. Cobra sentido cuando te das cuenta de qué van y se roban las monedas”.

A pesar del peligro que ha representado esta zona para los negocios locales, las autoridades no han podido mitigar el riesgo que los delincuentes suponen para esta parte del Centro Histórico, haciendo los reportes de robo correspondientes, pero sin llevar a cabo detenciones.

“Un policía tuvo tanto descaro que me dijo que ellos sabían dónde estaban los tiraderos a donde se podían llevar las cosas robadas. Que sabían dónde estaba la gente que vendía, pero que no podían hacer nada. Pero bueno, sí hay mucha delincuencia. Ahorita no sé si iluminar por fuera de mi local porque estoy segura de que aquí me van a robar los focos en un día”.