Observatorio 'Antonio Sánchez' pone el espacio al alcance de la gente

El legado del reconocido científico Antonio Sánchez Ibarra se mantiene vivo gracias al observatorio astronómico ubicado en el Centro Ecológico de Sonora, punto que se ha convertido en un lugar donde los ciudadanos pueden conocer más de lo que está en el cielo.

El Observatorio Astronómico 'Antonio Sánchez', ubicado en el Centro Ecológico de Sonora, es un “espacio único en el noroeste” de acuerdo con su responsable el astrofísico Alfredo Manríquez Rangel. Esto se debe a que sus puertas, abiertas al público, permiten ingresar a un mundo lúdico y familiar para todas las edades, pero también de formación, profesionalización y exploración para las personas apasionadas por la ciencia.

"Este es un espacio único en el noroeste del país, porque la mayoría de los observatorios que hay acá son todos de investigación, entonces este es el único espacio donde hay gente capacitada con formación científica o de astronomía donde se podían venir a hacer prácticas astronómicas de forma pública y accesibles para la gente", expresó Manríquez Rangel, quien desde junio de 2023 se ha dedicado a impulsar el crecimiento del lugar.

Entre las actividades disponibles destacan la observación de la Luna y el Sol, pero también de eventos astronómicos cuya periodicidad da pie a una experiencia única para la población.

"Tuvimos en el último semestre de 2023 el eclipse de Sol de octubre; lo teníamos muy claro: ese iba a ser el gran evento de esta temporada”, compartió el divulgador científico y añadió que, en efecto, el éxito fue tal que un centenar de personas se presentó a la cita.

También es posible observar nebulosas, estrellas y otros objetos que son visibles en el cielo durante otoño e invierno. Sin embargo, las actividades en el observatorio no se reducen a ello, pues la atención se dirige a todos los sectores de la población, incluyendo los más pequeños.

"La persona que venga al observatorio va a poder observar a través del telescopio, pero previamente se va a ofrecer una plática informativa de qué objetos vamos a ver o, si hubo un evento importante, les vamos a ofrecer la información de ese evento en particular. Además, ofrecemos talleres, actividades de manualidades para niños y niñas que nos visiten”, dijo.

El fundamento de lo anterior, delineó el astrofísico, es un aspecto imprescindible para hacer efectiva la divulgación científica: "Es importante entender que cuando se hace comunicación de la ciencia se tiene que adaptar el contenido”.

Historia

La historia comienza hace más de 30 años, cuando en 1991 el reconocido científico Antonio Sánchez Ibarra, uno de los fundadores del área de Astronomía de la Universidad de Sonora, puso en marcha el proyecto haciendo uso de un telescopio donado por la UNAM en la década de 1980.

Antonio Sánchez se dedicó a promover la astronomía y a buscar el acercamiento de la ciencia con la población; contaba con “el conocimiento y la voluntad” para hacerlo, según recuerda Alfredo, quien fue, además, su pupilo.

Antonio Sánchez Ibarra nació el 30 de agosto de 1955 en Nogales y falleció el 13 de septiembre de 2009 a causa de un infarto. Fueron 54 años y 12 días de vida que le bastaron para construir un legado imborrable en la historia de la divulgación científica en México y en Sonora. Dicho legado permanece vivo en el observatorio que lleva su nombre.