El Comedor Golondrinas continúa alimentando a 60 pequeños de escasos recursos

HERMOSILLO, SON.- Ubicado en la colonia Humberto Gutiérrez Corona, anteriormente invasión Las Cuevitas al norponiente de Hermosillo, el Comedor Golondrinas alimenta diariamente a 60 niños y niñas de escasos recursos de manera gratuita.

En punto de las 8:30 de la mañana y hasta las 9:30, cuando se vaya el último niño alimentado o se termine la comida, lo que suceda primero, es cuando el Comedor Golondrinas se encuentra abierto; este nació hace alrededor de nueve años.

Sin ningún lujo pero con lo necesario para alimentar a los pequeños, habitantes de las colonias Humberto Gutiérrez, Cajeme, invasión Plutarco Elías Calles y Manuel Serrano, las cocineras Judith Vanessa Carbajal, Maricela Ochoa y Celsa Paredes reciben con comida caliente y recién hecha a cada uno de los niños.

Desde antes de las 8:30 los niños y niñas salen de sus casas y llegan solitos al Comedor, se sientan en uno de los mesabancos y esperan impacientes para recibir su desayuno, huevo con chorizo, jamón o salchicha acompañado de arroz, frijoles, a veces sopa, otras ceviche de soya, el menú es variado según la materia prima o ingredientes con los que se cuente en el momento.

Mesabancos, una mesa, estufa, refrigerador y despensa es todo lo que alberga el comedor, en un pequeño cuarto que funciona como cocina y almacén, ahí es donde diariamente las cocineras, quienes son voluntarias y no reciben sueldo alguno, preparan la comida.

El Comedor Golondrinas se ubica en un terreno que se adquirió para la construcción de una iglesia, actualmente está prestado para que se reciba a los pequeños habitantes de la aún lejana zona, ubicada al poniente del bulevar Lázaro Cárdenas, luego de un largo camino de terracería.

Las personas interesadas en hacer una donación en especie pueden acudir a Farmacia León, ubicada en Paseo de las Quintas entre Quinta Blanca y Quinta Bella en la colonia Las Quintas, comunicarse al 6621557157 o a través de sus redes sociales como Comedor Golondrinas en Facebook e Instagram.

Historia

Judith Vanessa Carbajal, habitante de la colonia Humberto Gutiérrez, madre de tres pequeños que acuden al comedor, es una de las cocineras y encargada del mismo. Ella sigue con el legado de su madre, quien empezó también como voluntaria pero falleció el año pasado.

“El comedor empezó por ayuda de la maestra Lirio Valencia y el señor Agustín apellido no sé porque para nosotros es el señor Agustín, ella es maestra de la Universidad y venía a hacer servicio social con los alumnos de la primaria, una vez que venía entrando a la colonia se encontró con uno de los niños de la colonia que venía a la escuela y le preguntó porqué no había ido a la escuela y el le dijo que sí había ido pero que pidió permiso para salir porque le dolía mucho la cabeza y el estómago, qué desayunaste le preguntó y el dijo que nada, qué cenaste y dijo que nada, qué comiste y nada.

“Ese fue el principal motivo que a ella la movió junto con el señor Agustín para solicitar o pedir a la Fundación Juan Navarrete que trajera un desayunador a la colonia, los principios del desayunador fue apoyado por esta fundación”, explicó.

Judith detalló que la Fundación Juan Navarrete apoyaba con el desayuno de lunes a viernes únicamente en los periodos escolares, hace cinco años se estableció como Comedor Golondrinas y con el apoyo de Irasema León como coordinadora general y encargada de las redes sociales, es como diariamente desde entonces no ha faltado el alimento, gracias a su gestión y sobre todo al apoyo de la comunidad hermosillense.

“La señora Irasema solicita ayuda a la comunidad a través de la página de Facebook ya sea que se lo den en especie o efectivo o vengan y lo traigan directo con nosotros, cada semana tenemos completa la despensa para preparar la comida, gracias a Dios siempre hemos tenido que darles a los niños, nunca nos hemos quedado sin comida, el desayuno favorito de los niños es el del fin de semana, la comida especial taquitos de barbacoa, cabeza y chicharrón, si hay para repetir pueden repetirse”, dijo.

Judith mencionó que la situación económica en ese sector es difícil, los niños desde uno a 16 años son de familias en las que las mamás trabajan, son muchos o simplemente no tienen los recursos para cubrir el desayuno.

“El comedor es una ayuda, hubo en la temporada de diciembre entre Navidad y Año Nuevo no la trabajamos porque los niños se despertaban más tarde o por el frío y hubo mamás que estuvieron preguntando que si cuándo íbamos a volver porque realmente no les alcanza, mamás de 3-4 niños que se ahorran el desayuno normalmente tuvieron que hacerlo”, indicó.