Don Jesús vive en una casa que se desmorona; sobrevive gracias a la ayuda de la gente
El hombre de 79 años ha podido salir adelante gracias a que se ha dedicado a vender cosas que la gente le dona para poder sacar lo suficiente y conseguir alimento.
HERMOSILLO, SON.- Un hogar que se va acabando conforme pasa el tiempo, paredes agrietadas, otras demolidas y con riesgo a caerle en cima, es como Jesús Ramírez vive en una morada ubicada en el número 45 de la avenida No Reelección del Centro de la capital sonorense.
El hombre, de 79 años, ha podido salir adelante gracias a que se ha dedicado a vender cosas que la gente le dona para poder sacar lo suficiente y conseguir alimento.
Ha vivido alrededor de diez años en dicho hogar, lugar que amablemente le prestó su amigo Alfredo Pantoja, para que evitara pasar sus días en las calles. Sin embargo, el mal estado de la casa ha provocado que conforme pasa el tiempo se vayan debilitando.
“He vivido a gusto, no he pasado frío y el detalle de las paredes, lo han estado reparando pero como se vino esto de la pandemia, el poco dinero que le dedicaba Alfredo para reparaciones lo ha dedicado para salir de emergencias familiares”, dijo.
Jesús ha trabajado como almacenista, fotógrafo y su último trabajo como empleado en una ferretería, pero mencionó que no generó la antigüedad suficiente para ser acreedor a una pensión, sin embargo, esto no lo ha detenido a seguir trabajando como vendedor.
“Muy amablemente algunos amigos que tengo me donan libros, discos, relojes y prendas que saco a vender al Centro, a la Catedral y los parques, saco que sus 50 o 100 pesos para poder comprar comida”, expresó.
Destacó mostrarse agradecido con la gente que lo ha apoyado donándole comida y consiguiéndole cosas para sus casa, como una estufa eléctrica portátil para que tuviera donde calentar la comida.
Indicó que sufrió un altercado por parte de un delincuente que se metió a su casa, lo golpeó y robó su televisor. A causa del golpe, perdió algunas piezas dentales de su boca.
“Sí, una persona me atacó en la madrugada por quererse robar la tele, igualmente también fue mi culpa por dejar la parte trasera de mi casa sin protección, ahora le puse alambre y vidrios rotos, ya si alguien entra que batalle”, se soltó carcajeando.
Concluyó que se encuentra a la espera que el periodo por contingencia mejore para poder salir a vender sus cosas a la calle y no correr el riesgo de ser contagiado por coronavirus.