Entrega, sacrificio y dedicación, las bases de la enfermera Maribel Valdés
Responsable de la Jefatura de sección del servicio de urgencias del ISSSTE, Maribel ha dedicado 29 años de su vida a la enfermería, lo que afirmó, es una labor de tiempo completo y muy demandante.
Desde hace 29 años y contando, responde Maribel Valdés, es enfermera de profesión y consagración, porque para ella, atender la salud de las personas es la prioridad y no hay nada que se interponga en su tarea.
Sus estudios de enseñanza básica en la profesión los realizó en el Conalep del municipio de Empalme. Un año después de concluir la carrera, tras terminar el Servicio Social, se graduó en 1992, con unos cortos 22 años. Decidió abandonar Guaymas, su tierra natal, y venir a Hermosillo a buscar una oportunidad para ejercer como enfermera en un hospital de la ciudad en el área que le gustaba.
“La oportunidad de entrar a un hospital allá no se me dio, porque no estaba disponible el área hospitalaria donde yo quería trabajar. Y llegando aquí no tuve ese problema. Al primer día que salí ya estaba aquí trabajando, vine de Guaymas hacia acá, y aquí se hizo una vida profesional y también una vida familiar”.
Comenta que fue una decisión difícil de tomar, pues tuvo que romper con todo lo conocido, y dejar el nido familiar, para hacerse de un camino profesional. Dice que no se arrepiente, pero que le costó mucho dejar de ver a su madre y padre todos los días para salir de casa a buscar trabajo en otra ciudad.
Con casi ya 30 años de trabajo entregados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Maribel Valdés ha transitado muchas áreas médicas y en todas ha aportado su granito de arena ayudando a salvar vidas: cirugía, medicina interna, y pediatría, pero hace casi 15 años se desempeña en el servicio de urgencias, pues se especializó como urgencióloga. Por su experiencia y la calidad de su trabajo es responsable de la Jefatura de Sección del Servicio de Urgencias del ISSSTE.
Entre lo que le impacta todavía, a pesar de sus años de trabajo, afirma que es el trato a los niños y los adultos mayores, porque al ser poblaciones vulnerables a veces se presentan en urgencias en condiciones que dan mucha tristeza, y uno como profesional tiene que enfocarse en salvar la vida de la persona y no sufrir con su dolor.
Expone que todos estos años ha sido complejo llevar profesión como la enfermería y la familia, sin desatender ni la una ni la otra. Ha aprendido a encontrar ese punto de equilibrio para ser profesional, mujer, y madre a la vez.
“Mis hijos tienen 22 y 25 años, así que literalmente nacieron en el ISSSTE y han crecido viéndome a aquí. Nos hemos tenido que adaptar”.
De los casos que atienden en urgencias del ISSSTE los que más satisfacción le provoca a ella y al resto del equipo son los que logran rescatar de la muerte. Comenta que el hecho de poder regresarlos a la vida marcan, el aquello de poder decir que se hizo bien el trabajo, y poder pensar luego que la persona sobrevivió, y que ahí está todavía, en parte gracias a ti.
“Esos son los pacientes que más nos marcan; los que llegan graves o en paro respiratorio o cardíaco, y podemos sacarlos”.
Como consejo a las nuevas generaciones de enfermeros y enfermeras, o a los jóvenes que quieren optar por esta profesión, en el contexto del Día Internacional de la Enfermería, Maribel Valdés acota que no es una profesión fácil, sino que requiere entrega y sacrificio, y sobre todo dedicación.
“No es una profesión en la que decimos: voy a hacer nada más un tiempo, lo voy a trabajar rápido y va a estar bien y me voy a ir a mi casas; no es así. Es una profesión muy demandante, que exige todos los sentidos todo el tiempo, si uno se decide por la enfermería tiene que ser un profesional, porque está en juego el bienestar de los pacientes”.