‘Boom’ de indigentes preocupa en la Apolo

HERMOSILLO, SON.- En la colonia Apolo, entre sus residentes predominan los adultos mayores, aunque en fecha reciente al sector también empiezan a integrarse los recién nacidos de algunas familias jóvenes, así como menores de edad que viven con sus abuelos.

Esta colonia surgió alejada del primer cuadro en Hermosillo, ubicándose hacia el norte, poco después del Periférico, como uno de los primeros fraccionamientos. Hoy en día es de las zonas que por lo general son tranquilas, sin embargo, ahora pasan por una situación complicada que no esperaban vivir con tanta cercanía.

En un sondeo realizado por EXPRESO, se investigó la principal preocupación de los vecinos de la colonia, quienes declararon que son las personas en situación de calle, el deficiente servicio de alumbrado público y los secuestradores.

“Lo más frecuente son los indigentes, bastantes. Lo que pasa es que aquí les dan comida, hay un comedor aquí en la iglesia, pero por eso no hay problema porque aquí el rollo es, que llegan desde muy temprano, desde las ocho de la mañana ya están aquí.

“Comen, hacen sus necesidades, se quedan toda la tarde. Las veces que he venido, he contado como treinta y tantos”, declaró Reyes Burboa, electricista e hijo de un vecino de la colonia.

Tienen evidencias

Agregó que los demás habitantes toman fotografías para poder tener un respaldo de lo que ven en el parque que tienen, el mismo en donde se ubica el templo al que asiste; estas personas que viven en la calle, asegura Burboa, dejan basura y hasta sus propios desechos.

Detalló que los vecinos donan alimento para estos ciudadanos, a quienes les piden que no contaminen, pues pese a que el servicio de basura pasa cada semana para limpiar, no se debería realizar en un espacio público familiar.

Junto a esta situación, Yahaira Lucero, otra de las vecinas, declaró que sí se ven muchos “indigentes”, pero hace un mes y medio le tocó ayudar a una mujer que pedía ayuda porque un sujeto en la calle le mostró partes de su cuerpo.

“En la tarde ya van algunas veces que varios carros se paran y se las quieren llevar, hace como un mes o mes y medio, nosotros estábamos sentados ahí en la banca y nos dimos cuenta de una muchacha, porque salimos y no perdemos de vista a nuestras niñas, ella venía corriendo y dijo que un fulano le había enseñado sus partes y la había querido jalonear”, afirmó.

En tinieblas

“Se pone muy oscuro todo aquel lado y para atrás de la iglesia, sí hace falta mucha más luz. De hecho, ahorita por los tiempos que pasamos de pandemia, pues no han venido las niñas que entrenan basquetbol; son muchas y de hecho creo que el maestro ya ha hablado sobre eso, para que pongan más luz”, detalló una jovencita.

Debido a la problemática que enfrentan estas personas, expresan que hay una situación muy delicada para los menores que sólo buscan jugar y pasar el rato al aire libre, quienes además de tener un espacio digno y seguro, deberán aprender a convivir con la nueva realidad.

“Cuando he venido tarde, andan jugando los chamacos, y me imagino que ahorita no hacen sus torneos de basquetbol. Se quitan el cubrebocas, juegan y cuando se van agarran el que no es suyo”, añadió Graciano Castillón, médico que atiende a una señora de la colonia.