Literalmente mal y de malas...

LITERALMENTE mal y de malas llega el presidente Andrés Manuel López Obrador a su segundo informe oficial de gobierno.

La prueba está en que, a diferencia de los otros seis que ha dado, esta vez como que no ha querido hacer mucho ruido.

PROBABLEMENTE sea porque no hay mucho qué presumir: la economía en una crisis no vista desde 1932, la inseguridad desbordada, la pandemia en pleno, la pobreza creciendo, el país militarizado, Pemex al borde del colapso y la confianza de los inversionistas, perdida.

Pero, bueno, López Obrador siempre tiene otros datos... sean o no sean ciertos.

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COMO en los viejos tiempos, con el informe presidencial llegan los cambios en el gabinete.

Al que le dieron las gracias fue al tenebroso Ricardo Peralta, quien dicen que se dedicará a la operación electoral.

¿¿¿Más???

Lo realmente extraño del asunto es que en la Secretaría de Go-ber-nación desaparecieron la Subsecretaría de Gobierno, es decir, la del ramo.

Es como si la SHCP borrara la de Ingresos, pero, bueno, es la 4T.

OTRO QUE se va es Víctor Manuel Toledo, quien desde el 26 de marzo quería reincorporarse a sus labores de investigación en el campus Morelia de la UNAM.

El 10 de septiembre vence su licencia como académico, por lo que hay quienes se preguntan si el famoso audio en el que despepita sobre las contradicciones de la 4T no fue tanto una filtración, sino un pretexto para dejar la Semarnat.

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VAYA: ahora resulta que el Presidente ya no controla ni a sus diputados.

Pese a que les tiró línea desde Palacio Nacional, diciendo que le tocaba al PRI presidir San Lázaro, la bancada de Morena le hizo el vacío y dejó en el limbo la elección de la nueva Mesa Directiva.

AL GRITO de “para cochino, cochino y medio”, los priistas se agenciaron cuatro diputados ¡del PRD! y dicen que tienen otros cuatro bajo la manga, con tal de evitar que el impresentable Gerardo Fernández Noroña se convierta en presidente de la Mesa Directiva.

CON los morenistas jalando cada quien por su lado, la planilla encabezada por la priista Dulce María Sauri no alcanzó la mayoría calificada, por lo que habrá que esperar al 5 de septiembre para saber quién hará sonar la campanita del palacio legislativo.

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POR CIERTO que en su berrinche Fernández Noroña se aventó unas insinuaciones que, hasta para él, son bastante sucias: llamó a los priistas “pandilla de asesinos” y sugirió que la vida de AMLO podría estar en peligro.

Y ya no cayó más bajo porque el piso estaba muy duro.