Da la impresión de que México está entrando en una nueva época oscurantista...

#TemploMayor Da la impresión de que México está entrando en una nueva época oscurantista, pero no por un tema religioso...

DA LA IMPRESIÓN de que México está entrando en una nueva época oscurantista, pero no por un tema religioso, sino por la falta de luz eléctrica a la que nos está llevando la política energética del gobierno federal.

RESULTA que la Comisión Federal de Electricidad canceló así nomás las cuatro licitaciones que tenía para centrales de generación en San Luis Potosí, Salamanca, Baja California Sur y Puebla.

¿Qué significa esto?

Que este gobierno no agregará un solo megawatt de nueva generación eléctrica en el sexenio.

LA NOTICIA es grave pues significa que una vez que se estabilice la demanda, habrá desabasto y, por lo tanto, apagones.

Y si ya de por sí se están yendo las inversiones, menos van a venir sabiendo que no hay infraestructura eléctrica suficiente.

El colmo es que la iniciativa privada es la única que podría llenar el vacío de la CFE... pero el propio gobierno le pone trabas, le niega permisos y no le abre la válvula del gas natural.

‘Ora sí que en pleno apagón, la 4T ¡cierra los ojos!

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CON LA cama tendida dejó Andrés Manuel López Obrador a los soldados que le prepararon una habitación para que pasara la noche en la XII Zona Militar, en Irapuato, como parte de su gira por Guanajuato.

SE SUPONÍA que ahí dormiría el mandatario, por lo que el cuarto fue remodelado y pintado, se compró un colchón nuevo y hasta ropa de cama... pero a la mera hora no llegó el Presidente.

Por alguna extraña razón, decidió quedarse mejor en un hotel de la ciudad, para tristeza de los militares.

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QUIÉN SABE en qué año viven en el Consejo de la Judicatura Federal, pues en pleno 2020 todavía no se enteran de que ya existen las videoconferencias.

Resulta que la esperada audiencia de Emilio Lozoya Austin la van a transmitir a través de -agárrense- ¡mensajes de WhatsApp!

POR LEY, las audiencias deben ser públicas, pero dadas las restricciones que impone la pandemia del Covid-19, se decidió que no habrá público.

Se entiende la necesidad de evitar aglomeraciones a fin de evitar contagios, pero eso de ir narrando por mensajitos lo que será el juicio del sexenio resulta incomprensible.

SI EL PRETEXTO es que no quieren que se vean las caras, Zoom, Webex, BlueJeans y cualquier otra plataforma permite apagar el video y dejar sólo el audio para cumplir con el principio de “máxima publicidad”.

Claro, a menos que alguien en el Consejo de la Judicatura no quiera que se sepan en vivo y en directo las revelaciones del ex director de Pemex sobre la corrupción en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

¡Cácaro!