¿Qué pasa en Pemex?
Algo extraño está pasando en Petróleos Mexicanos. Ayer circularon profusamente versiones confirmadas por trabajadores y empleados de la petrolera nacional que hablaban de un "ciberataque" o secuestro cibernético a la red interna que se utiliza en las operaciones en el sur del país. Según una nota informativa que Pemex manejó internamente, el 10 de noviembre a las 13:00 horas, en la empresa productiva del Estado ocurrió "un incidente en el centro de cómputo" denominado SITE.
De acuerdo con la información que se manejaba en esa tarjeta interna se trata de un ataque de un virus denominado "ransomware", el cual tiene capacidad de bloquear y cifrar el contenido del disco duro de todos los equipos de la empresa a nivel nacional. A los empleados se les informó que "se están tomando las previsiones técnicas para mitigar el ataque" y que "la persona o personas que instalaron el virus mencionado son los únicos que tienen la capacidad de eliminar el ‘ransomware’".
La empresa, se precisó, está haciendo investigaciones de los posibles responsables, aunque también al interior de la petrolera se comenta que Pemex no pagó su licencia corporativa de antivirus desde diciembre pasado, lo que ocasionó que se paralizaran las operaciones en plataformas, refinerías, almacenamiento y distribución y centros administrativos, lo que afectó los sistemas de distribución de combustibles y desató los rumores de un posible "desabasto". Sin embargo, ayer la secretaria de Energía, Rocío Nahle, salió al quite y desmintió que exista riesgo de escasez de combustibles y garantizó que hay reservas de gasolina y diesel suficientes para garantizar el consumo nacional por varios días.
Pero más allá del ciberataque, que ayer negaban oficialmente en la Dirección de Comunicación Social, los empleados de la petrolera narraron que el viernes pasado se llevó a cabo un operativo judicial en el Corporativo de Pemex, en el que participaron integrantes de la Guardia interna, equipados con armas largas, de uso exclusivo del Ejército y que fueron acompañados por agentes de la Fiscalía General de la República.
Aunque todo se manejó herméticamente, se denunció la sustracción de documentos confidenciales de la Dirección Corporativa de Finanzas, a cargo de Alberto Velázquez, y los guardias y agentes de la FGR se habrían llevado "discos duros con información sensible", según trabajadores de la dirección mencionada. ¿Qué estarían buscando los agentes de la Fiscalía y con qué investigación penal puede estar relacionado ese operativo para llevarse documentos oficiales de la petrolera nacional?
En fin, que en medio de todo esto llama la atención el silencio del director de Pemex, Octavio Romero, quien no salió a responder a ninguno de los graves hechos que se estuvieron denunciando desde adentro de la empresa que dirige.
Veremos qué sucede en la petrolera mexicana y si se aclara si existe o existió el ciberataque y qué tanto afectó en la fuga de información confidencial y delicada. Por lo pronto, todas estas versiones y rumores que tienen su origen en el propio Pemex, no son buenas noticias para la empresa del Estado que de por sí ha recibido muy malas noticias en las últimas semanas con las cifras recientes de producción que confirman que, a pesar de la millonaria inyección de recursos y el intenso plan de "rescate" del gobierno de la 4T, la producción petrolera siguió cayendo en el tercer trimestre del año con 6.7% menos de barriles y una pérdida financiera de 87.8 mil millones de pesos; eso sin contar que también la producción de combustibles en las seis refinerías de Petróleos Mexicanos cayó en ritmo descendente, al pasar de 264 mil barriles diarios en la semana 27 de este año, a 165 mil barriles de gasolinas magna y premium para la semana 42, según datos de la Sener.
Y entonces, entre el caos interno y las caídas de producción, vale la pena hacer dos preguntas. La primera: ¿qué está pasando en Pemex y quién se hace responsable? Y la segunda: ¿está funcionando el "plan de rescate" que nos está costando miles de millones de pesos a los mexicanos?