Divide y vencerás, estrategia de AMLO para 2021

Divide y vencerás, estrategia de AMLO para 2021, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

Como en la vieja máxima de los emperadores romanos, que cuando querían conquistar a una nueva nación para su imperio aplicaban la política del "divide et impera", así hoy el gobierno del presidente López Obrador le apuesta a dividir y pulverizar el voto opositor en el país para enfrentar las complicadas elecciones de 2021 y el riesgo real de que Morena pierda su mayoría en la Cámara de Diputados.

La estrategia, decidida directamente desde Palacio Nacional, parte del diagnóstico realista de encuestas y sondeos internos que reconocen que el partido del presidente se ha debilitado y que, entre sus pleitos y reyertas internas y la incapacidad de sus dirigentes para movilizar una estructura nacional aún dispersa y desarticulada, Morena no le garantiza en estos momentos a López Obrador ganar la mayoría de los 300 distritos electorales en los que se elegirán diputados federales en julio del próximo año, muy distinto el panorama para las gubernaturas en donde las mismas encuestas dicen que los candidatos morenistas pueden arrasar en al menos 11 de 15 estados que eligen gobernador.

Para subsanar la debilidad de Morena en la estratégica elección parlamentaria e intentar garantizar que en la segunda mitad de su sexenio haya una mayoría legislativa en San Lázaro que consolide los cambios y reformas de la Cuarta Transformación, el presidente y sus asesores idearon un esquema que le apuesta ya no tanto a los morenistas, sino a sus partidos aliados actuales y, sobre todo a los llamados "partidos emergentes", que son los nuevos partidos que obtendrían registro ante el INE y a los que López Obrador ya operó para "amarrarlos" como sus aliados en la Cámara de Diputados.

Personalmente, el presidente desplegó una fina operación política para asegurarse de que, de las 7 opciones políticas que ya cumplieron todos los requisitos legales y entre las que los consejeros del INE decidirán a cuáles les otorgan el registro oficial en junio próximo, al menos 5 de esas nuevas organizaciones tienen "afinidad política e ideológica" con la 4T, además de que sus dirigentes ya fueron recibidos en Palacio Nacional para pedirles su alianza con la bancada oficialista en San Lázaro.

Entre los posibles nuevos partidos políticos que son afines a López Obrador y ya habrían comprometido su apoyo al proyecto de la 4T están Redes Sociales Progresistas (RSP), del grupo de Elba Esther Gordillo; Encuentro Solidario (PES) que ya es aliado actual en el Congreso y lo sería con su nuevo registro; el Grupo Social Promotor de México (GSPM) perteneciente al SNTE; y marcadamente Fuerza Social por México (FSXM), el partido convocado por Pedro Haces, líder de la Catem y a quien se dice que personalmente el presidente le pidió crear el nuevo partido político.

Es decir que de 7, solo dos nuevas opciones políticas no están con el lopezobradorismo: el primero México Libre, de Felipe Calderón y Margarita Zavala, por razones obvias, y el segundo Fundación Alternativa AC, que encabeza el expriista César Augusto Santiago. La paradoja es que aún en el caso del partido de los Calderón, podría terminar beneficiando al presidente López Obrador y a su mayoría en la Cámara de Diputados, porque México Libre a quien le va a quitar votos es al PAN, con lo cual terminaría favoreciendo también la estrategia presidencial de pulverizar y debilitar al voto opositor.

Basado en los datos históricos, el Consejo General del INE podría avalar, en junio próximo, la creación de tres o hasta cuatro nuevos partidos políticos, según ha declarado el consejero presidente Lorenzo Córdova. Suponiendo que fueran cuatro, ya podemos dar por hecho que tres de los nuevos partidos serán afines al presidente López Obrador y a la 4T, y que sólo uno será de oposición, el de los Calderón, aunque paradójicamente el expresidente, con su obsesión de tener su propio partido, podría terminar beneficiando a la estrategia presidencial para el 2021 del "divide y vencerás".