La calidad moral de la oposición

"La calidad moral de la oposición", escribe Ricardo Homs en #ColaboraciónEspecial

Para tener la lengua larga… “se debe tener la cola corta”, dice un viejo refrán mexicano que hoy aplica para describir el principal valor moral que debiesen tener los políticos.

Un pasado comprometido moral y éticamente convierte a los opositores en seres vulnerables frente a una amenaza gubernamental, como lo es por ejemplo una carpeta de investigación y la posibilidad de una orden de aprehensión por delitos vinculados con corrupción a lo largo de los años.

Es innegable que las peligrosas reformas que se están aprobando en el Congreso se deben a que hemos tenido una oposición débil y vulnerable en la confrontación legislativa, incapaz para frenar las ocurrencias y perversidades de la 4T.

En contraste, un pasado limpio y transparente moralmente se convierte en una fortaleza política, que sin duda poseen muchos legisladores de la oposición, pero desgraciadamente no todos. Para señalar la corrupción y delitos en otros, es necesario tener una trayectoria limpia e incuestionable… o entonces tener el suficiente poder para manipular a la justicia.

No sería descabellado exigir a los partidos de oposición que instituyan entre los requisitos para las candidaturas, estudios sociológicos sobre el estilo de vida y antecedentes de los candidatos, así como estudios psicológicos que pongan al descubierto la fortaleza de sus valores morales. Además, cuando los líderes partidistas buscan con un cargo legislativo protección y blindaje, la oposición se vuelve aún más débil y vulnerable.

Si no logramos tener una oposición fuerte y confiable nos esperan tiempos antidemocráticos y autoritarios.

Por regla general los corruptos y oportunistas siempre emigran hacia donde está el partido en el poder, porque es donde hay dinero y privilegios. A su vez MC —que por no haber gobernado aún este país, no se ha desgastado— debe poner canda dos a sus requisitos para ofrecer candidaturas, buscando calidad moral en su oferta política.

Se vuelve fundamental abrir espacios a las nuevas generaciones de líderes políticos, cuando aún no tienen un pasado que les comprometa. Sin embargo, también es fundamental evaluar y medir la fortaleza de los valores morales de los prospectos, para garantizar que éste no se corrompa cuando lleguen las oportunidades de enriquecimiento y deba mantenerse firme e incorruptible.

México necesita una oposición sólida y competitiva para combatir el populismo. Sin embargo, para ello se requiere de actores políticos honorables y con una trayectoria limpia, para evitar que puedan ser extorsionados con carpetas de investigación que señalen delitos cometidos en el pasado.

Hoy que la 4T se ha apropiado del Poder Judicial —que siempre se constituyó en un blindaje jurídico— es fundamental estar limpio de cuestionamientos que generen vulnerabilidad frente a la extorsión, que es la herramienta preferida de esta nueva cultura política.