¿A dónde va el dinero?
"¿A dónde va el dinero? ", escribe Ricardo Homs en #ColaboraciónEspecial
El Gobierno federal no sólo ha confiscado el dinero de fideicomisos que fueron creados para resolver problemas del país y los ciudadanos. Ahora pretende eliminar 20 programas sociales del presupuesto del año 2023.
Entre estos 20 programas que desaparecerá el Gobierno federal, hay algunos que afectarán a los productores rurales, hay otros que afectarán a la atención a la atención médica, otros a la educación, la infraestructura portuaria, también a la preservación del medioambiente, entre otros.
Durante los casi cuatro años que lleva este gobierno -con la encomienda presidencial de actuar con apego a la austeridad republicana-, se confiscaron millonarias cantidades de dinero etiquetadas para actividades específicas que ya no se pudieron aplicar… ¿dónde fue a dar ese dinero?, pues no se le ha seguido el rastro, para saber en qué se ha gastado… o si simplemente está guardado, esperando el momento. La opacidad ha sido absoluta. El decretazo presidencial que pretendía convertir en “información reservada” toda la inversión pública destinada a los tres proyectos del Presidente, nos muestra esas intenciones.
Ahora que la morenista directora general del Conacyt, María Elena Álvarez Buylla, reconoció que más de 10 mil proyectos dejarán de realizarse al extinguirse los fideicomisos que estaban dedicados al desarrollo de la ciencia y la tecnología -los cuales suman casi 22 mil millones de pesos-, ¿en qué se utilizarán? Sin embargo, ese dinero ahorrado por el Gobierno federal en casi cuatro años ¿a dónde se ha invertido? O ¿en qué se ha aplicado?
La opacidad con que se ha administrado el dinero ahorrado nos orilla a suponer que se ha invertido en los tres proyectos estratégicos presidenciales. Sin embargo, seguramente lo recaudado -a partir de los ahorros logrados en la medianía republicana-, en estos casi cuatro años de este gobierno -más lo que se logrará apretando aún más el presupuesto-, podría rebasar el costo total de los tres proyectos.
Echando a volar la imaginación, ¿será que estos ahorros estarán siendo guardados en algún cochinito que se romperá durante las elecciones del 2024… a favor de Morena? Bueno… esto es simple especulación… seguramente producto de la imaginación… ¿A usted qué le parece?
Perversidad y surrealismo
El pragmatismo -que es parte de la cultura política del partido en el poder-, no sólo es perverso, sino absolutamente surrealista, como quedó patente en las declaraciones de la alcaldesa morenista de Tijuana, Montserrat Caballero, grabada en un video donde ella está flanqueada por un funcionario que porta uniforme tipo militar y que no se inmuta mientras ella exige a los negocios víctimas de la delincuencia organizada que “paguen sus facturas” con sus extorsionadores, para que el crimen organizado no afecte a la ciudadanía. A su vez, pide a los delincuentes que no se ensañen con la ciudadanía, sino sólo con quien se resista a cumplir sus obligaciones con sus agresores.
¿Esto quiere decir que los comerciantes extorsionados que no pagan su cuota a los delincuentes son culpables de la violencia criminal y el terrorismo?
¿Sabrá esta funcionaria que en México aún existe el Estado de Derecho, amparado por la Constitución? Dejar pasar esta actitud de la alcaldesa abre la puerta a que pronto la posición gubernamental evolucione y algún día, -frente al secuestro-, sea de deslinde después de culpar a la familia de la víctima por no haber pagado con prontitud y diligencia el rescate exigido, así como a las víctimas de violencia de género y feminicidios por no haberse rendido ante su agresor.
RICARDO HOMS
Twitter: @homsricardo
Presidente de la Academia Mexicana de la Comunicación