DEBATE MOVIDITO

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DEBATE MOVIDITO

Pues el segundo debate presidencial resultó bastante movidito en comparación con el anterior, ya que se dio una mayor interacción entre las dos candidatas, en tanto que el candidato se vio más “aislado”.

Así, Xóchitl Gálvez, de la alianza PRI-PAN-PRD, administró mejor los tiempos y se centró, además de las propuestas, en realizar señalamientos y acusaciones en contra de Claudia Sheinbaum, que en ocasiones prefirió ignorar.

En cuanto a la candidata morenista, esta vez sí destacó en sus intervenciones la labor y las obras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Y qué decir de Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, que si bien lanzó críticas a sus contrincantes, estas fueron mínimas... y ninguna de ellas “lo peló”.

¿Quién ganó este debate? Pues cada uno de los participantes dirá que fue el mejor, pero usted tendrá la mejor opinión al respecto, estimado lector.

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FE Y UNIÓN ANTE LA SEQUÍA

En medio de la preocupación por la sequía que azota al Valle del Yaqui, una imagen conmovedora se hizo presente este domingo: el Obispo Rutilo Felipe Pozos Lorenzini bendiciendo desde una avioneta la presa Álvaro Obregón “El Oviáchic” y los terrenos de siembra de la región.

Este acto de fe no sólo representa un llamado a la lluvia, sino también un mensaje de esperanza y unión ante la adversidad.

La sequía afecta a todos los sectores de la sociedad, especialmente a los agricultores que dependen del agua para sus cultivos. Sin embargo, en lugar de caer en la desesperación, han decidido unirse y buscar soluciones de manera conjunta.

La misa celebrada por el Obispo Pozos Lorenzini es un ejemplo de ello, ya que congregó a productores y ciudadanos para orar por la lluvia y buscar la fuerza para enfrentar este desafío.

Más allá de la fe religiosa, la acción también simboliza la importancia de la colaboración y la búsqueda de soluciones conjuntas ante problemas comunes.

La sequía es un reto que requiere del esfuerzo de todos para superarlo y este tipo de iniciativas ayudan a fortalecer el espíritu de comunidad y la esperanza en un futuro mejor.

Vaya, es un mensaje de esperanza para el Valle del Yaqui.

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REPROBADO

Luego de que se hiciera público que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha entregado la documentación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para formalizar la participación México en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) dos que tres alarmas se encendieron ante lo que representa la falta de evaluación.

El primero, pero no el único, en alertar sobre el riesgo fue Eduardo Andere -investigador del Colegio de Boston- quien calificó que de no realizarse la evaluación la educación caerá en el oscurantismo. De darse la ausencia de México en las pruebas PISA, sería una mala decisión más en el terreno educativo.

Al tren de las alertas se han subido políticos y miembros de organizaciones sociales quienes ven con sospecha la falta de evaluación para quienes esta acción es un “riesgo significativo” ya que será imposible observar con claridad los avances o retrocesos en la calidad del modelo educativo impulsado durante el presente sexenio.

Al margen de lo que los especialistas han opinado sobre el tema, ciertamente es sospechoso que en México se hayan evitado las evaluaciones del ámbito educativo internacionales como lo es Planea y la de Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la Unesco y, ahora, la prueba PISA.

Sin duda, de darse la salida de México de las evaluaciones educativas, esta será una decisión que dejará a nuestro país con un cero en los datos que puedan retratar el nivel educativo de los niños y adolescentes que cursan el nivel básico.

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DÉFICIT EN EL SECTOR LABORAL

Pasados cuatro años de la pandemia de Covid-19 todavía se viven las secuelas en el sector laboral, ya que existe un hueco de 800 mil empleos formales en México.

En pocas palabras, la economía nacional no los ha podido recuperar debido a la informalidad.

Esto lo explica Axel González, investigador de datos de la organización México, ¿cómo vamos?, quien señala que la brecha en la generación de empleos formales está relacionada con la informalidad, que participa con 55% de toda la población ocupada en el país.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, existen registrados 22 millones 289 mil puestos de trabajo en el sector formal hasta marzo pasado, pero serían más de 23 millones de no darse la crisis sanitaria.

O sea que si se toma en cuenta la tendencia de crecimiento que tenía el empleo formal antes de la pandemia, hoy en día hay un déficit de más de 800 mil plazas que se dejaron de crear desde 2020.

Así pues, según las investigaciones, parte de ese déficit de plazas se encuentra en la informalidad, a la cual recurrió una gran cantidad de mexicanos al perder su trabajo durante la pandemia.

mrx@expreso.com.mx