Ni cómo ayudarlos
Ni cómo ayudarlos, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón
Con los autónomos en la mira, que remojen sus barbas el Banxico, la UNAM y los demás. Del gozo al pozo: antier, el lector Ernesto Marcial celebraba que fuera “un gran día para la democracia mexicana. El Instituto Nacional, el Tribunal Electoral y el INAI demostraron su importancia en evitar medidas contrarias al beneficio de nuestra querida patria. Esperemos que mantengan su existencia y su autonomía…”.
Su entusiasmo se evaporó un día después: “Las demostraciones de que tenemos democracia en México y la importancia de los organismos autónomos para fortalecerla fueron contestadas con gran enojo por López Obrador, Salgado Macedonio y Morena, considerándolas un atraco a la democracia (pese -a- que la atracadora es Morena), y una provocación. Informó que buscará una reforma para quitar o modificar esos órganos constitucionales y autónomos. Según él, son costosísimos, no han resguardado la democracia y podrían pasar a depender del Poder Judicial.
“Ahora resulta que la del Poder Judicial es gente integra, honesta, e intachable, cuando hace pocos días afirmaba que solo el actual ministro presidente era confiable. Los cambios que
anunció serán muy dañinos para todos los mexicanos, pero es muy positivo el que lo haya expresado con anticipación a las elecciones del 6 de junio. Desconoce o desprecia las encuestas que
colocan al INE y al Tribunal entre las instituciones más respetadas por la sociedad”.
Otro lector, Héctor Carmona, le echa vinagre a mi escepticismo de que Morena cumpla el exterminador deseo expresado por el sexópata que apodan El Toro y que tanto se ufana de su entrepierna: “Todo es posible para estos personajes que están embriagados de poder y no lo dude, ¡claro que pueden iniciar el proceso legislativo de la Ley Criadillas!” (como la nombré en El asalto… de ayer). Pero mucho más grave que eso es el trancazo que nos están dando quienes, cuando tomaron posesión de sus cargos, protestaron cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanen.
Este golpe ya casi nadie lo siente porque lo tupido marea. Pero para fortuna nuestra ya se aproximan las elecciones…”. Por las alusiones al 6 de junio supongo que habrá más gente cruzando los
dedos para que Morena vea restado el apoyo ciudadano.
Con el recrudecimiento de su embestida contra los órganos autónomos, imagino que hasta con sus “otros datos” el Presidente teme que su partido pierda más posiciones que las que ya
reflejan las encuestas. De ser así, desaprovechó ayer la oportunidad de bajarle rayitas a sus ataques a instituciones concebidas para proteger a la sociedad (no a los gobiernos de distintos
colores y sabores como los que ha habido en 21 años).
Y supongo también que anticipar la muerte de esas instancias independientes de su enorme poder se reflejará en un cobro adicional el día de la votación. Expresiones como la “necesidad” de “quitar todos esos organismos autónomos entre comillas independientes, entre comillas”, entre lo mucho que les dedicó ayer luego de dos años de denostarlos, poco le pueden redituar a estas
alturas de un sexenio, el suyo, chatarrizador…