El ‘zar’ no sabe de lo que habla
El ‘zar’ no sabe de lo que habla, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón.
El doctor Hugo López-Gatell decepciona lo mismo como cabeza visible de la desaseada “estrategia” federal contra la pandemia como por su evidente desconocimiento del significado de palabras de uso tan común como “auxiliar, complemento y prevención”.
Mayo empezó con “mil 972 muertos”; junio con “diez mil 167” y julio con “28 mil 510".
Y ayer totalizaron 46 mil fallecidos y son elevadas las probabilidades de que la cifra siga creciendo de manera exponencial.
Aleluya: esta semana, por fin, el subsecretario se atrevió a recomendar el uso del cubrebocas pero no resistió demeritar la importancia de hacerlo:
“Puede disminuir la probabilidad de que virus salgan de una persona que tenga el virus, y se ha recomendado su uso en espacios cerrados, “es una medida auxiliar que complementa” al lavado de manos, la sana distancia y el quedarse en casa”, concedió.
López-Gatell sabe (o debiera saber) que cualquiera de los pasos a que se aferra son tan complementarios y “auxiliares” de los demás como una sencilla mascarilla.
No basta el aseo frecuente de manos, la sola sana distancia ni el “enclaustramiento” para impedir que se propale la Covid-19, como tampoco es suficiente el estornudo en el ángulo del codo, sino la “conjunción” de todas estas medidas precautorias para inhibir los contagios de la plaga.
En su primera acepción, “complemento” es la “cosa que se añade a otra para hacerla mejor, más completa, efectiva o perfect”.
Es un suplemento, un añadido, un aditamento que refuerza la medidas de cautela.
“Auxiliar” es (lo sabe hasta “El Borras”) aquello que, precisamente, auxilia, socorre, ayuda, favorece, protege, apoya, coopera.
Valorar la importancia de “prevenir” es algo que, sin ser necesario estudiar medicina o especializarse en epidemiología, sino por meritito sentido común (atributo que no se le da al funcionario), debiera darse por sentado en el sector público de salud.
Es en su definición donde cabe “como anillo al dedo” el uso de la mascarilla:
“Medida o disposición que se toma de manera anticipada para evitar que suceda una cosa considerada negativa; tomar precauciones para evitar un daño, un riesgo, un peligro”.
Prevenir se asocia con advertencia, providencia, recelo, aviso y, ojo doctor López-Gatell, “inmunización y profilaxis”.
¿Acaso no todo esto es aplicable al aseo extraordinario, el guardado de la distancia, el mayor aislamiento posible, el cuidado del estornudo y la utilización del pinche cubrebocas?
En su aceptación a regañadientes, el voluble zar “antipandémico” alardeó al extremo de posar para la foto con su vergonzante “auxiliar” azul.
“Tarde piachi”: la tozuda mezcla de ignorancia y necedad del doctor embarcó al presidente de la República en lo mismo, y a estas alturas es inimaginable que Andrés Manuel López Obrador acepte que su “corte de científicos” le salió chafa y se ponga a promover el uso del cubrebocas.
“‘Puede disminuir la probabilidad de que virus salgan de una persona que tenga el virus…’”, reconoció.
¿No es razón poderosa para recomendarlo y sus jefes pongan el ejemplo?