Militares y policías en 3 gobiernos
"Militares y policías en 3 gobiernos", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón
En la militarización de la seguridad pública son iguales Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
La diferencia es que los ex no pusieron todos los huevos en la canasta del Ejército y la Marina Armada y mantuvieron a la Policía Federal como ideal primer contacto con la criminalidad.
AMLO en cambio disolvió la corporación y centró en los militares la tarea que la Constitución ordena se realice bajo mando civil.
Cada uno con su estilo, los dos expresidentes apoyaron la depuración, capacitación y equipamiento de las policías estatales y municipales que la 4T, desde su arranque, abandonó a su mala suerte.
La PF fue modernizada y reactivada en los finales del gobierno de Ernesto Zedillo y quedó a cargo de la Secretaría de Gobernación, comandada por el almirante Wilfrido Robledo. Debutó recuperando las instalaciones de la UNAM que asaltó y retuvo casi un año una banda falsamente izquierdista y realmente fascistoide.
Calderón designó al creador de la Agencia Federal de Investigaciones, Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad, que absorbió la remozada PF. Y al mismo tiempo impulsó la creación de policías estatales con mando único y apoyó el fortalecimiento de las municipales.
Peña Nieto nombró al probo y eficiente extitular de la policía capitalina, Manuel Mondragón, secretario de Seguridad Pública, pero le quitó la PF reasignando ésta a la Segob encabezada por el después senador Miguel Ángel Osorio Chong.
Curtida en la primera línea de combate durante la guerra de Calderón, la PF sufrió más de un centenar de bajas victimadas por bandas criminales y, aunque muchos o algunos de sus efectivos cometieron arbitrariedades traducidas en quejas de violación a los derechos humanos (en especial detenciones arbitrarias y tortura) que en el peñanietismo sumaron casi 300, no fueron estos delitos la causa de su extinción.
El motivo, dijo y repite el presidente López Obrador, fue que la PF “se corrompió”.
De ser eso cierto, ¿por qué nadie de los “corruptos” está en la cárcel o se sabe que sea perseguido?
Se le aplicó eutanasia por mero prejuicio y 23 mil y pico de sus elementos fueron incorporados a la Guardia Nacional… de donde serán expulsados.
Desleal pago a su lealtad: la iniciativa presidencial para endosar la GN al Ejército es discriminatoria porque el personal proveniente de la PF continuará en la Secretaría federal (civil) de Seguridad.
El 14 de mayo de 2020 López Obrador prometió:
“Todos los días estoy pendiente de que no haya abusos, de que no haya tortura, de que no haya masacres, de que no haya violación a los derechos humanos. Estoy pendiente. Si hay constancia de violación de derechos humanos por parte de la Guardia Nacional, pues entonces rectificamos…”.
En sólo dos años, la GN acumula más de 400 denuncias (20 por mes en promedio) por violaciones a los derechos humanos.
Rebasa con mucho las levantadas contra la PF en seis años…