El chiste de la elusión presidencial
"El chiste de la elusión presidencial”, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón.
Nueve horas después de que López Obrador fingiera sordera y con un pésimo chiste rehuyera comentar la inconcebible tragedia de los cinco jóvenes jaliscienses, su vocero Jesús Ramírez intentó justificarlo:
"Es mentira que el pdte. @lopezobrador_
se negó a contestar una pregunta sobre los jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jal. La sensibilidad y la solidaridad siempre han identificado al mandatario. No somos iguales. Esa versión forma parte de una estrategia de desinformación".
A quienes AMLO escucha y responde son los bufones colados como “periodistas” con derecho de apartado en Palacio, como el viejo pájaro de cuenta que ayer se le volvió a presentar:
-Presidente, buenos días. Soy su servidor Carlos Pozos, reportero de Lord Molécula Oficial…
“Sin comentarios”, repuso AMLO a una pregunta insidiosa sobre el exgobernador Cabeza de Vaca y se fue sobre José Ángel Gurría quien, aseguró, “fue el que aprobó el Fobaproa…”.
El farsante reincidió en hacerse notar:
–Presidente de todos los mexicanos, su servidor Carlos Pozos, reportero de Lord Molécula Oficial. Muy buenos días a quienes nos ven y a quienes nos escuchan. Pues aquí se ha dicho que la prensa se regula con la prensa. Esta pregunta se la hago con la actividad, con mi trayectoria de trabajo de 43 años en el ejercicio periodístico, y le comento, señor Presidente, que Joaquín López-Dóriga en la administración de José López Portillo y el general Félix Galván; Ricardo (sic) Riva Palacio, en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari y el general Antonio Riviello Bazán; José Cárdenas y Rafael Cardona, con Miguel de la Madrid Hurtado y el general Juan Arévalo Gardoqui; Ciro Gómez Leyva, en la administración de Felipe Calderón y el general Guillermo Galván Galván; todos ellos, Presidente, nunca se atrevieron a criticar tan ácidamente al Ejército Mexicano de sus tiempos, porque sabían bien a las consecuencias inmediatas que se atenían. A 16 días de su quinto informe de gobierno, señor Presidente, y con la participación de las Fuerzas Armadas, garantes de la paz y la salvaguardia (sic) de nuestras instituciones republicanas y su trabajo, pues ha sido criticado ácidamente por estos conservadores y estos voceros (…). Todo esto me lleva a preguntarle, Presidente, ¿cuál es su reflexión sobre el trabajo realizado por su Gabinete Legal y Ampliado, pero sobre todo la labor realizada por el almirante de la Marina, Rafael Ojeda, y por el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval…?
El mandatario usó la servilleta para lustrar los servicios militares y resumió: “Me han ayudado muchísimo. No habíamos pensado, pero tú estás dando pie, motivo” y ordenó proyectar un video propagandístico que al arrastrado lambiscón le pareció “muy bonito”.
Y escupió:
-Presidente, mis compañeros periodistas Vicente Serrano y Epigmenio Ibarra. Este último estima que no se le ha dado a usted el reconocimiento de gigante que usted merece, como Hidalgo, Madero, Juárez, Lázaro Cárdenas y otros muchos más…
Una mañanera vomitiva, pues.