¿Cuántos Fobaproa en obras de AMLO?
"¿Cuántos Fobaproa en obras de AMLO?", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón
El 5 de diciembre de 1994, cuatro días después de que asumió la Presidencia, Ernesto Zedillo envió al Congreso la iniciativa de reforma que provocó cambios esenciales en materia de seguridad pública, procuración y administración de justicia; redujo de 26 a 11 el número de ministros de la Suprema Corte y estableció la organización y competencias del Poder Judicial de la Federación; creó el Consejo de la Judicatura Federal para administrar y vigilar los tribunales federales y rediseñó la estructura y las atribuciones de la Corte, convirtiéndola en un moderno y genuino contrapeso de los poderes Legislativo y Ejecutivo.
En 1996, el mismo Zedillo promovió la plena autonomía de lo que fue el Instituto Federal Electoral (actual INE), cuyos consejeros eligieron a José Woldenberg como presidente y nunca más las elecciones quedaron ligadas al Secretario de Gobernación en turno.
Por ambas razones no requiere mayor explicación que el expresidente opine sobre la demencial reforma del obradorato al Poder Judicial y considere muerta la democracia.
Su enérgica crítica ha provocado una colérica e histérica reacción del oficialismo, al grado de darle crédito a grabaciones en que una mujer, que el morenismo asegura es la esposa de Zedillo, platica con alguien asuntos de cocina, pregunta “cuánto cuesta el molito”, alude a un cocinero y un restaurante, y el diputado Hamlet García supone que hablaban en clave sobre narcotráfico. Peor: la bancada morenista en el Senado, siguiendo una insensata instrucción de Sheinbaum, alista la creación de una comisión para investigar a Zedillo por delincuencia organizada y supuestas “operaciones ocultas” en el Fobaproa, pero la senadora lopezobradorista Guadalupe Chavira niega que se quiera emprender una “cacería de brujas”.
El punto fino de estas tonterías está en que Zedillo dice bien, discútase lo que se quiera del Fobaproa, pero informen lo que el expresidente AMLO está costando en dinero y personal públicos, pero sobre todo el costo de sus obras emblemáticas.
“Sheinbaum sólo busca distraer la atención de los mexicanos para que no se percaten de daños causados y que la ciudadanía conozca las gravísimas tropelías de López Obrador”, dice y señala que sus detractores “buscan desviar la atención de la ciudadanía de la fundada acusación que he hecho. Lo hacen mediante calumnias, insultos y amenazas, en lugar de responder a mis argumentos. Para difamar al gobierno que presidí, entre otros temas, insisten en utilizar las acciones tomadas entonces por las autoridades competentes para evitar la quiebra del sistema bancario, el sistema de pagos y la economía nacional”.
No sobra recordar que el Fobaproa significó una deuda pública equivalente a unos siete mil millones de dólares, en tanto que el quebranto a las finanzas por la refinería de Dos Bocas es algo más de 20 mil millones de dólares y lo gastado en el Tren Maya son 25 mil millones de dólares…
Carlos Marín
cmarin@milenio.com