Una vez en la vida
El autor es Licenciado en Nutrición, escritor, asesor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social.
Ningún ser humano tiene más de una vida asegurada, ni siquiera esta vida como tal, vivimos con la idea de que somos eternos, dejamos todo para después, incluso para el destino a veces, postergamos relaciones, amistades, familia, trabajos, responsabilidades, todo por creer que vamos a vivir por siempre.
La realidad es que la vida es efímera, y lo que dejes de hacer hoy muy probablemente ya no lo puedas hacer el día de mañana, simplemente porque ya no estará la oportunidad o porque tu vida se termina.
Creo que es importante que aprendamos a vivir con la idea de que un día podemos morir, ya no estar aquí, y no que nos la llevemos pensando en la muerte, sino en basar tu vida en torno a aprovecharla al máximo porque un día ya no podrás ver el siguiente.
Los temas más difíciles de aceptar y aprender a vivir con ellos son el amor y la muerte, que están ligados directamente entre sí. Si priorizamos la vida a partir del amor como base para todo, es más sencillo que las cosas vayan mejor.
El amor es un sentimiento efímero, noble, único que el día que lo tenemos en nosotros mismos y en alguien más ni siquiera sabemos qué hacer con él. Cuando escuchamos o leemos la palabra “amor”, por lo general lo relacionamos con “pareja”, “dolor “ y preferimos sacarle las vuelta.
Amor es amor, es una energía que se entrega sin esperar algo a cambio, pero siempre tenemos el miedo de salir lastimados por experiencias del pasado, pero eso no quiere decir que se vuelva a repetir. Hay cosas que sólo suceden una vez en la vida, como encontrar o coincidir con quien tú crees que es el amor de tu vida.
En teoría podemos amar a muchas personas y no hay como tal un “amor de tu vida “ o “media naranja”, porque, ¿qué tal si ella o él está en Japón? Así no funcionan las cosas, pero si hay alguien con quien tienes más afinidad, con quien amas plenamente, con quien eres tú y eres pleno y eso es lo que probablemente no vuelvas a tener dos veces en tu vida o por lo menos en esta vida.
Si tienes algo así dale significado, si hay problemas simples busquen la manera de entenderse, de comunicarse, porque al final todo debería tener solución, porque si al final los pequeños detalles pueden más que el amor, un día voltearás a ver tu pasado y esa persona ya no estará contigo. Dejen el orgullo de lado, los malos momentos, y valoren cada momento que vale la pena para estar juntos.
Lo mismo es para todos los giros de la vida, siempre tenemos el miedo de intentar, vivimos una vida lineal, nunca buscamos nuestros sueños, y si un día lo hacemos, a la primera nos rendimos. La vida no es fácil, quizá una vez en la vida se te presente la oportunidad laboral enorme que tanto soñaste, pero ,¿qué crees?, no te va a llegar en bandeja de plata, quizá para eso se te abrirá
una puerta pequeñita y de ahí tú buscas lo que quieres con todas las dificultades que representa, pero si tú sabes cuánto vales lo intentas y si llegas será un logro y si no, no pasa nada, tú ya sabes
cuánto vales.
El ejemplo de las relaciones personales y laborales son lo más claro para ejemplificar las oportunidades que se presentan en la vida, que a veces por más feas que estén las cosas, por más que lo intentes, puedes encontrar una solución porque lo vale, porque es la oportunidad de tu vida que tanto soñaste, y por miedo o dolor no las dejes ir.
Lo más difícil en la vida es reconocer cuándo es tu momento y quitarte el miedo de hacer las cosas, de intentar, de buscar una solución si hay un problema, de aprender de tus errores y verlos como una oportunidad de mejorar. Nada es sencillo en este mundo, todos tenemos problemas, estrés, depresión, pero busca la solución, si tienes que renunciar a algo y seguir, hazlo, si vale la pena intentar también, si tienes que perdonar o reconciliarte con tu pasado, has las paces con él, y sobre todo, contigo mismo y avanza hacia lo que en verdad quieres.
El autor es Licenciado en Nutrición, escritor, asesor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social.