Tipos de clientes en marketing
El autor es director de Marketing Digital para Sherpa Estudio.
En el tema del marketing digital nunca se trabaja para uno mismo; siempre debemos ser la voz de un cliente frente a su mercado meta, esto tiene, como todo, dos lados: uno de clientes con los que es todo un lujo trabajar y otros que se vuelven un dolor de cabeza y se asemejan más a personajes de historias de terror y aquí decidí enumerar algunos de estos monstruos y cómo defenderse ante ellos.
Cliente Vampiro: No siempre es el que paga más, pero da por asumidos todos los derechos. Además, considera que al momento de pagar, deberás trabajar con lealtad máxima, chupándote toda la energía posible y exigiendo respuesta a sus caprichos 24 horas y siete días de la semana.
¿Cómo combatirlo? Hay que tener pericia para detectar sus actitudes, siempre hay que ser claros con horarios y compromisos de pago, todo por escrito y firmado. No consideres las llamadas como un aval de que se da todo por entendido
Cliente Fantasma: Tan clásico como las mismas apariciones espectrales, un día lo vez y al otro no. Desaparece con deudas y deja proyectos a medias.
¿Cómo combatirlo? Todo por contrato y de preferencia pagos por adelantado o anticipos que cubran los gastos de la producción que se tienen previstos.
Dr Jekyll and Mr Hyde: Aparenta ser el más amable y cortés, pero cuando se transforma en un monstruo, es terrible, se desconoce por completo a sí mismo y nadie sabe qué es lo que le está pasando.
¿Como afrontarlo? Escúchalo; hay que descubrir a qué se debió ese cambio drástico en su personalidad digna de una historia de ciencia ficción.
Cliente Frankestein. Al igual que el mítico doctor de la novela de Mary Shelley, busca crear vida a partir de piezas de otros cuerpos, tratando de armar tu campaña o estrategia con elementos que no encajan entre sí, dando forma a un monstruo.
¿Cómo entenderlo? Adapta a tu estrategia algunas de las ideas que él plantea, justifica bien las mismas y de ese modo le darás un sentido de integración.
Cliente voces en su cabeza: En experiencia propia, es el más difícil, pues todas las voces para él son relevantes; la de sus socios de trabajo, su pareja, su mamá, su prima, la vecina del tío que vive en Tailandia, todos tienen una opinión válida, lo que provocará que pida cambios en la campaña, sin justificación alguna.
¿Cómo hacerle frente? Justifica bien tu estrategia, muéstrale los puntos positivos de su competencia local y cita ejemplos internacionales para que pueda comparar y visualizar lo que se hace a nivel mundial, en su rubro.
Recuerda que lo más importante de estos clientes a los que le tememos, es escuchar, poner atención y no desacreditar por completo sus peticiones, pero sí ver cómo adaptarlas a la estrategia que creamos para ellos.
El autor es director de Marketing Digital para Sherpa Estudio.