Si un gato muere... no todo es lo que parece

El autor es Escritor, Capacitador, Networker, Conferencista y Life Coach en SB3.

Dicen que lo más importante no es lo que nos pasa, sino cómo reaccionamos a eso que nos pasa.

Lo que te pasa a ti le pasa a muchas personas.

Ante esa misma situación, algunas personas deciden estancarse y frustrarse, otras personas deciden apalancarse y salir adelante, otras personas deciden hacer como que nada hubiera pasado, y así, puede haber múltiples reacciones distintas a una misma situación.

Para aterrizarlo mejor, imagina que cuatro personas van caminando muy a gusto, y de repente escuchan a alguien decir: “si un gato muere”.

Quizás una persona se ponga a meditar sobre lo que pasará cuando un gato se muere:

“¿Le quedarán 6 vidas aún?, ¿habrá vida después de la muerte?, ¿existirá el cielo gatuno?”, y pudiera ser que hasta encuentre alguna lección de vida importante gracias a eso que escuchó.

Tal vez otra persona se enoje y sienta que eso fue un insulto, una “mentada de progenitora”, y a partir de ese momento su día se amargue (para quienes no entiendan por qué, si dices “si un gato muere” rápido, suena como una mentada).

Sé que puede perder chiste al explicarlo, pero prefiero que quede claro. Probablemente, otra persona escuchó, pero no le dio importancia y sigue su día como si nada hubiera pasado.

Y tal vez a la cuarta le gustan demasiado los memes, piensa que el veterinario dirá que el gato murió de coronavirus, lo toma con humor y quizás su chiste hasta se hace viral.

¿Ves?, cuatro personas en la misma situación, en el mismo momento, escuchando exactamente lo mismo, pero las reacciones fueron completamente diferentes en cada una de ellas.

¿Quién tiene razón?

En esto no se trata de tener razón, sino de elegir.

Como dijimos antes, no es lo que nos pasa, sino cómo reaccionamos a lo que nos pasa lo que marca la diferencia.

Y esto se debe a que no vivimos en la realidad, sino en nuestra percepción de la realidad.

Y al vivir en una percepción, corremos el riesgo de estar interpretando de manera que no nos beneficie, e incluso que nos afecte.

Nuestra percepción se basará en todo lo que hemos aprendido, para bien o para mal, en nuestro ambiente a través de los 5 sentidos sensoriales.

Así que para interpretar de manera que nos impulse, hay que cuidar nuestras relaciones de amistad, los temas que hablamos, que leemos, que escuchamos, que vemos, a quienes seguimos en redes sociales, en fin, todo lo que entra a nuestras vidas a través de los 5 sentidos.

Eso, sumado a ser conscientes de que podemos interpretar las cosas a conveniencia y crear nuestra propia realidad, nos ayudará a crecer en prácticamente cualquier situación.

Último tip: Cuando algo te esté afectando, no te preguntes “¿por qué?”, pregúntate “¿para qué?”.

El “por qué” te victimiza y te bloquea.

El “para qué” te ayuda a encontrar opciones y lecciones.

El autor es Escritor, Capacitador, Networker, Conferencista y Life Coach en SB3.

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