Rotación de personal

El autor es consultor empresarial, coach directivo, capacitador internacional. Correo: eduardo.estrada@3tcconsulting.com

En el artículo anterior, hablamos de los problemas que ocasiona la rotación del personal, y cómo esta puede generarse desde el proceso de contratación con una inadecuada selección del personal, o con un proceso de inducción, entrenamiento e integración ineficiente; en esta ocasión, nos adentraremos un poco en la relación entre el colaborador y el jefe, ya que en el 90% de los casos en que el personal logró pasar la curva de inducción, es la relación con su jefe un factor de peso en su separación laboral.

En un estudio se encontraron estas como las 5 principales causas que llevaron a un colaborador a tomar una decisión: “Mi jefe no confía en mí”, “Tengo que trabajar fuera de mi horario”, “Colegas difíciles”, “Mi jefe me culpa de todas las fallas”, “Mi trabajo no es flexible”.

La mayor parte de estas 5 causas caen directamente en el dominio del jefe, que como vimos en mi primera columna, a veces olvida que el empleado no son sólo manos para trabajar, y que también tiene cerebro y corazón. Pero, ¿qué pasa con “los jefes”?, ¿por qué son así?; a lo largo de mi trayectoria profesional, y más aún en mi trabajo como consultor, he podido observar que muchos “jefes” se han ganado a pulso un ascenso basados en su desempeño técnico, esto es, “saben - hacer” (vender, comprar, operar, controlar) y suben a esa ansiada posición basados sólo en méritos técnicos, pero lamentablemente en muchas ocasiones, sin la preparación adecuada para liderar al personal que ahora tendrán a cargo, o sea que aún no saben “hacer - hacer”; entonces llegan al puesto como jefes novatos y con una reputación de campeón que hay que defender.

La situación es crítica ya que podemos perder no sólo colaboradores valiosos que estarían a cargo del nuevo jefe, sino hasta el mismo “nuevo jefe” podría ser frustrado y renunciar.

Por esto es importante que se  haga conciencia de la deficiencia en una primera instancia, esto es pasar de la ignorancia inconsciente a la consciente y hacerse cargo de la situación de manera activa; existen herramientas de evaluación de habilidades gerenciales, evaluaciones 360°, consultorías, etcétera, herramientas de diagnóstico que permiten hacer un inventario de las habilidades de nosotros mismos como jefes y de los jefes dentro de la organización, si eres un director; posteriormente podemos buscar apoyo en escuelas de negocios, consultores y hasta el mismo talento interno para desarrollar las habilidades con potencial.

No sólo la rotación de personal es el síntoma de una gestión inadecuada de una jefatura o gerencia, lo son también los bajos resultados, por eso no debe descartarse ni menospreciarse el estado de ánimo del equipo en una baja en los indicadores críticos del departamento o empresa, también lo son los cambios repentinos en las conductas de cierto personal que solía ser de alguna manera ya sea en su horario, comunicación o participación y repentinamente deja de serlo.

Por ello, invertir en desarrollo humano y específicamente en desarrollo de habilidades gerenciales es altamente recomendable para ayudar a los nuevos jefes a debutar con éxito en sus nuevas funciones; esto es que eliminemos el factor sorpresa en los ascensos y que el futuro nuevo jefe tenga una evaluación previa de sus capacidades de liderazgo y pase por un proceso de nivelación previo a su nombramiento.

¡Hasta la próxima!

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