Reflexiones para el Día de la Mujer: brechas salariales y otras violencias

La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora

Es necesario recordar el origen del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, mismo que se remonta a las luchas de mujeres por la mejora de condiciones laborales, que incluían la  diginificación del trabajo y equidad salarial.

Fue el 8 de marzo de 1875, cuando mujeres trabajadoras de una fábrica en Nueva York, se levantaron a protestar contra la percepción de salarios inferiores; dicha protesta terminó con la represión policial.

Después de ese momento, las protestas siguieron, pero fue hasta 1975, cuando la ONU reconoció este día de forma oficial. Las mujeres formamos el 51.2% del total de la población en México,

sin embargo, seguimos siendo el grupo que menos beneficios tiene en cuanto al acceso a un trabajo digno bien remunerado y en puestos de alto nivel, la mujeres tienden a ser objeto de inequidad salarial respecto a los hombres; además de ser víctimas frecuentes de abusos, acosos, hostigamientos y demás tipos de violencia.

La Organización  Mundial de la Salud ha definido a la violencia como “el uso deliberado de la fuerza o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad que cause o tenga muchas posibilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo  o privaciones”.

Si bien el ejercicio de la violencia no es únicamente a mujeres, sí se ha demostrado que es más probable que una mujer sea violentada en su área de trabajo que un hombre, y lo más problemático del tema es que la mayoría de las violencias resultan más psicológicas y emocionales, que físicas, es decir, menos evidentes y por lo tanto menos visibles. Según datos de la Endireh(2016), el 66.1% de las mujeres ha sufrido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación en su vida, donde 49% de toda esa violencia ha sido emocional y 29% ha sido violencia económica o patrimonial o discriminación en el trabajo.

Aun cuando ya pasaron más de 100 años de las primeras protestas de mujeres por mejores condiciones de trabajo y salarios equitativos, de acuerdo con la Organización para la Cooperación

y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México, la brecha salarial entre mujeres y hombres era aún de 18.8% en 2019, por encima de la brecha salarial promedio identificada de 13%, entre sus países miembros.

Esto quiere decir que las mujeres seguimos percibiendo mucho menos por nuestro trabajo que los hombres. Además de la brecha salarial, que ya podemos identificar como uno de los tantos tipos de violencia normalizadas hacia nosotras las mujeres, también es necesario decir que en general somos doblemente victimizadas. En el artículo “Violencia y desigualdad laboral en México: revisión teórica desde una perspectiva de género”, las autoras concluyen que las mujeres pueden ser doblemente violentadas en los centros de trabajo, por su condición de mujeres; los acosos sexuales pueden estar directamente relacionados con los acosos laborales.

Ahora, ¿cuánto tiempo falta para una equidad salarial? Según el Fondo Monetario Internacional para cerrar brechas salariales aún faltan 170 años, a esto agregar que México está en el lugar 66 del ranking de países que disminuyeron la brecha, por debajo de Kenia, El Salvador y Vietnam.

Además, resaltar que en ambientes laborales donde hombres y mujeres tienen similares condiciones de formación profesional y responsabilidades, las mujeres seguimos percibiendo menos.

Hoy, en este Día Internacional de la Mujer, creo que es obligación de todas nosotras, preguntarnos si estamos haciendo nuestra parte, porque la lucha sigue y las generaciones venideras disfrutarán de lo que nosotras logremos: juntas y sororas.

La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora y egresada de la Maestría en Estudios Políticos y Sociales de la UNAM.

Twitter: @EliaGVillegasL