¿Qué sucede cuando incluyes el autocuidado en tu vida?
El autora es licenciada en Diseño Gráfico.
Cuando te preocupas por todos los aspectos de ti mismo, descubrirás que puedes operar de manera más efectiva y eficiente. No tienes que abordar todo de una vez. Identifica un pequeño paso que puedas tomar para comenzar a cuidarte mejor.
Tenemos la idea de que el autocuidado es algo en lo que tenemos que gastar dinero, pero no, la definición inherente de autocuidado significa detenerse, reconocer nuestras necesidades y hacer algo por nosotros mismos que nos beneficie.
Podemos verlo como un hábito y cultura de vida, enfocándonos en un plan que debe adaptarse a tus necesidades y estar consciente de que el autocuidado es diferente y único para cada persona.
Significa tomar medidas para cuidar de nosotros mismos y de nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales, financieras, ambientales y espirituales. Comienza con el reconocimiento de que nosotros somos los responsables de nuestro propio bienestar y que se extiende más allá del contexto individual para incluir a todos los que son importantes para nosotros: nuestra familia y nuestra comunidad.
La forma en que te cuidas a ti mismo, no es la misma forma en la que otra persona se cuida. A veces necesitamos un momento para estar quietos y reflexionar, otras veces necesitamos movernos, estar con familiares y amigos, ejercitarnos.
Podemos llegar a cuestionarnos en ocasiones que cuidarnos puede ser un acto egoísta, pero no lo es, no es algo que nos obliguemos a hacer, o algo que disfrutemos; más bien es algo que nos recarga esa pila que suele estar agotada al final del día, sin estar cuidando la proyección que las personas o la sociedad tiene sobre nosotros.
No se trata de perder los 50 kilos de más para lucir como un modelo. Se trata de hacer lo que se siente bien para mí, con el cuerpo, la mente, el corazón y el alma que yo tengo.
Sólo tú puedes decidir el cuidarte a ti mismo, puedes sentirte inspirado o influenciado por las personas que te quieren, las personas que sigues en Instagram, las revistas, tu nutriólogo, tu terapeuta, etc. Pero lo que sí tienes que tener en claro es que sólo tú puedes ir un paso más allá y comenzar a cuidar de ti mismo.
El autocuidado es siempre cuestión de balance entre alma y cuerpo. Con el autocuidado, aprendes a decir no a las cosas que se extienden demasiado y comienzas a hacer tiempo para las cosas que son más importantes.
Te invito a que el día de hoy apliques un solo punto de estos y poco a poco te des cuenta de lo importante que eres y cuánto vales... nada ni nadie te dará el valor que necesitas si tú no te lo das primero.
-Aprender a priorizarte, a identificar tus necesidades reales y atenderlas antes que todo lo demás. -Conectas con tus necesidades reales, borras el “debo de” y “tengo que” de tus discurso diario.
- Encuentras equilibrio entre tu cuerpo, mente y emociones. - Gestionas mejor tus emociones, te das permiso de sentir y validas y respetas esas emociones.
- Vives y disfrutas más el presente, dejas de vivir en el pasado y en el futuro y disfrutas el aquí y el ahora.
- Te hablas de una manera más respetuosa, amable y compasiva, porque dejas de culparte por todo.
Después, programa tiempo para enfocarte en tus necesidades. Incluso cuando sientas que no tienes tiempo para hacer algo más, haz del cuidado personal una prioridad. Incluye cuidar de manera responsable y consciente lo que haces, lo que sientes y lo que piensas...
Abrazo fuerte y mucha buena vibra para el día de hoy.
El autora es licenciada en Diseño Gráfico.
Diseñadora Gráfica en el área editorial de Periódico EXPRESO