¿Que sigue del “Quédate en Casa”?
El autor es presidente de Coparmex Sonora Norte.
Desgraciadamente el monolítico, monocromático y poco didáctico mensaje de “Quédate en Casa” no nos prepara para vivir, convivir y trabajar en presencia del virus. Tenemos que evolucionar al uso generalizado del cubrebocas, la higiene frecuente de manos, y la sana distancia.
Hay que estar conscientes de que, como lo menciona la Organización Mundial de la Salud, no podremos circular sin preocuparnos por un rebrote del virus Covid-19 hasta que alcancemos una inmunidad colectiva del 60%-70% de la población, ya sea por contagio o por vacunación. Sin embargo, al ritmo al que estamos avanzando en ambos frentes, esto podría tomar un par de años.
Mientras eso sucede, recurrir al confinamiento indefinido simplemente no es factible, no es realista y presenta enormes problemas cuyas catastróficas aristas ya empezamos a ver.
En lugar de pasar a la siguiente etapa, nos hemos atorado en una diagnostitis obsesiva del problema, que incluye un perpetuo análisis estadístico y una conferencia de prensa diaria de la situación.
No podemos estar improvisando, hay que preguntarnos, qué va a pasar en los próximos meses, y más importante que eso, cuál va a ser la estrategia para atender estos retos en todos los frentes.
El poco didáctico mensaje de “Quédate en casa”, como un primer golpe sobre la mesa, como una estrategia para el primer mes, estuvo bien. En el primer mes había un vacío de información, y un desabasto de equipo y material de protección como gel antibacterial y mascarillas. No había de otra más que “Quédate en casa”.
Pero el “Quédate en casa” vino acompañado de un rompimiento del ciclo de efectivo, la desaparición de la fuente de sustento de 1/3 parte de la población y el freno a la economía que no será fácil volver a echar a andar.
Faltó preparar a la ciudadanía para el siguiente mes con un mensaje más educativo, más completo, más útil. Faltó decirle a la población que este virus va a estar con nosotros mucho tiempo. Faltó decirle a la población que tenía que aprender a romper la cadena de contagios sin recurrir al confinamiento. Faltó decirle a los sonorenses que se requiere adoptar hábitos que manifiestan solidaridad, respeto, y hasta patriotismo.
Necesitamos evolucionar, preparar a la población para lo que sigue, mediante una intensa y amplia campaña para que todos aprendan a romper la cadena de contagios sin necesidad de recurrir al confinamiento.
El uso combinado de mascarillas, higiene frecuente de manos, y una sana distancia de 1.5 metros reduce de manera dramática las probabilidades de un contagio. Si lo hiciéramos todos, todo el tiempo, lo podríamos lograr, pero necesitamos entrarle todos. Esa es la respuesta correcta, no el confinamiento indefinido.
El autor es presidente de Coparmex Sonora Norte.