¿Por qué me gusta comer lo que me gusta?
El autor es doctor en Ciencias Nutricionales.
(PRIMERA DE 2 PARTES)
“Dime lo que comes, y te diré quién eres”: Brillat-Savarin (1825).
Nací en Hermosillo, pero soy de Huatabampo, porque allá crecí.
Desde siempre conocí, saboreé, aprecié, tanto la comida del norte como la del sur de Sonora, así como la del norte de Sinaloa.
De ahí vienen mis gustos por la comida.
Igual te pasa a ti, aunque no lo hayas pensado.
Reflexiona, haz este ejercicio: ¿Dónde creciste?, ¿qué se comía en tu casa?, ¿salían a comer fuera?, ¿qué le gustaba a tu mamá y a tu papá?, ¿qué comidas recuerdas de tu niñez?, ¿comiste alguna vez en casa de abuelos, tíos, tías, primos, vecinos?, ¿iban de viaje a visitar parientes, por ejemplo, en Navidad, en Semana Santa?, ¿qué platillos recuerdas o añoras?
La mayoría de tus gustos por la comida vienen de esa historia familiar.
En el Huatabampo de mi niñez/adolescencia, los tamales de carne son de puerco, con papa y aceituna, se amarran en ambas orillas, con tiras delgadas de hojas de elote.
La barbacoa se hace con carne de puerco en trozos, con papa, aceitunas, zanahoria. Platillos que hacía mi nana Petra.
Los tamales de elote se compraban en el mercado; grandes, rectangulares, gruesos, empaquetados de dos, uno sobre otro, amarrados en hojas de elote.
Se doraban en aceite, acompañados de frijoles y huevos estrellados.
Fuera comíamos antojitos, tacos de carne asada, hot dogs, tortas y hamburguesas.
Por su puesto, eran tacos de carne asada con tortilla de maíz.
Recuerdo unos tacos dorados de sesos a los que me llevaba mi papá, riquísimos.
También, a unos tacos de carne asada clásicos de Huatabampo, de “Ramón”: con tortilla de maíz, salsa picante, nada más, muy picante, ¿Con veneno o sin veneno?, ponle poquita Ramón.
Aprendí a comer picante.
Si visito Huatabampo, no me los pierdo.
Cuando íbamos a la secundaria, temprano, me llevaba al mercado municipal a comer tacos de carne asada, carne de campo, muy fresca y muy buena.
¿Común denominador de estos platillos?
Mi papá.
Los platillos que recuerdo de infancia/adolescencia, me provocan emociones personales.
A todos nos las provocan.
Tú y yo hemos construido nuestros hábitos de alimentación a partir de experiencias con la comida.
En casa, mi platillo favorito, era y es la carne con chile, en trocitos, que hacía mi mamá, con “arroz a vapor”.
Platillo que nos llegó del norte.
También estaban los tamales de carne estilo norte de Sonora, de mi nana Eloísa.
Pequeños, de carne con chile deshebrada, doblados, no amarrados, clásicos en Navidad.
Imposible enumerar en este espacio los platillos que se hacían en casa, y que han marcado mis gustos.
Tus hábitos y los míos, nuestros gustos por la comida, son nuestra historia de vida.
Continuará…
El autor es doctor en Ciencias Nutricionales.
Actualmente es director general de Cultura de la Nutrición, A.C.
Correo: sgalavizm@gmail.com y culturadelanutricion@gmail.com
Facebook: Samuel Galaviz y Cultura de la Nutrición A.C.
