Política fiscal expansiva como alternativa para el desarrollo
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador.
En el marco de la Cátedra Dr. Arturo Huerta González en el Departamento de Economía de la Universidad de Sonora, se presentaron 2 libros y se ofreció el curso “Macroeconomía: Teoría Moderna del Dinero”, que estuvo a cargo del profesor-investigador de Tiempo Completo de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM.
Llamó la atención la presentación del libro “La austeridad fiscal: causas y consecuencias”, que tiene por objetivo demostrar que la política fiscal de México ha dejado de ser un instrumento gubernamental para estimular el crecimiento económico y el empleo, sin embargo, el autor deja claro que la política fiscal actual está sometida a la estabilidad del tipo de cambio y del control de la inflación, ambos aspectos en pro del sector financiero nacional y extranjero.
Además, se evidencia que la austeridad fiscal reduce la participación del Estado en la economía para favorecer a la clase empresarial, el llamado cambio de patrimonio público al privado por medio del actual Plan Nacional de Infraestructura, en detrimento del crecimiento y desarrollo del país.
En fecha reciente, el doctor Huerta publicó en su columna Alternativa Económica del periódico La Jornada de Oriente, que el Gobierno ha decidido cubrir los compromisos financieros -pago de la deuda interna y externa-, por lo que trabaja con un superávit fiscal -gasta menos de lo que recauda- para cubrir el servicio de la deuda, lo anterior a costa de restringir el gasto e inversión pública.
El profesor de posgrado de la UNAM propone una política fiscal responsable para el crecimiento económico y el empleo. Por tanto, establece que “la responsabilidad de la política fiscal debe medirse, no en torno al equilibrio o superávit fiscal y reducción de la deuda, sino en torno al papel que le toca desempeñar en la economía”.
También, destaca que “el Gobierno debe expandir el gasto e inversión para incrementar la productividad y producción a fin de sustituir las importaciones.
Esto reduce el déficit de comercio exterior -mayores exportaciones de productos nacionales-, expande el mercado interno y mejora las finanzas del sector privado.
Permite a su vez disminuir los requerimientos de entrada de capitales, logrando así las condiciones de crecimiento sostenido y manejo soberano de la política económica para sustentar dicho crecimiento”. Ante la necesidad de acciones fiscales para mejorar el crecimiento, el doctor Huerta señala que “se requiere una mayor injerencia y participación del Estado en la economía para solucionar los problemas que enfrenta.
La política fiscal debe contrarrestar el efecto negativo que sobre la dinámica de acumulación tienen la disminución de la inversión privada y del consumo y el déficit de comercio exterior”.
Por último, el doctor Huerta nos recomienda la mancomunación de la política fiscal y monetaria a favor del crecimiento económico, a lo que aduce “la política monetaria no sólo debe circunscribirse a la estabilidad de precios y del tipo de cambio.
En su conjunto la política económica tiene que compatibilizar crecimiento económico con estabilidad de precios y pleno empleo.
No se debe continuar con políticas de austeridad fiscal y altas tasas de interés que favorecen al gran capital y nos llevan al estancamiento”.
JOEL ESPEJEL BLANCO
El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y Profesor-Investigador, Universidad de Sonora.
@EspejelJoel