Perder el rumbo

El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación

Desde que comenzamos a ir a la escuela, muchos de nuestros profesores nos han indicado que debemos tener un plan, desde que nos preguntan qué queremos ser de grandes, siempre he pensado que en ese momento, crece la semilla por el interés de saber qué haremos cuando seamos adultos.

Personalmente, siempre he dicho que uno de los más grandes temores que asecha en mis pensamientos, es la de perder el camino que desde hace tiempo nos hemos planteado, un plan, llámalo de vida, si quieres.

Claro, que como todo plan, tiene cambios constantes sin perder la esencia original con la que lo iniciamos, si perdemos esa esencia, nuestro futuro queda en un vacío, que si no sabemos qué hacer, llevamos nuestra vida a una encrucijada por la que existen miles de camino y no sabemos cuál elegir.

Les confieso que, ese es uno de mis temores, de no tener la razón por la que quieres esto, u aspirar a aquello, ahí se vale decir: “la vida no tiene sentido”. Situación que, a mi parecer, debemos actuar de inmediato.

El tiempo que estamos viviendo, vino a modificar las cosas, nuestros planes no quedaron intactos ante el efecto de la pandemia. Sin embargo, debemos esforzarnos día a día para lograr

ese objetivo profesional o de vida que desde hace 2, 3 o 10 años nos planteamos y que dijimos que, pase lo que pase, lo vamos a lograr.

El autor es Licenciado en Ciencias de la Comunicación.