Pensar en rosa

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte.

El mes de octubre está por llegar y todos los sectores empiezan a diseñar estrategias para promover la prevención y detección oportuna del cáncer de mama.

El tema adquiere gran relevancia, pues el cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres a nivel mundial y en México no es la excepción.

El primer listón o lazo rosa se remonta al año de 1991, cuando se distribuyeron en Nueva York en una carrera, con el objetivo de hacer alusión a las sobrevivientes de cáncer de mama, por lo que desde ese momento se adoptó el color rosa para hacer referencia a este tipo de cáncer.

Si bien existe una mayor prevalencia de cáncer de mama en mujeres, los hombres también pueden presentar esta enfermedad, por lo que es muy importante que las acciones preventivas no distingan ningún género.

Pensar en rosa significa tomar en nuestras manos la responsabilidad de prevenir y detectar oportunamente el cáncer de mama, pues no podemos dejar esta tarea exclusivamente a la comunidad médica.

Una detección oportuna tiene como base la autoexploración mamaria, la cual nos permite conocer nuestro propio cuerpo, con la finalidad de detectar cualquier anomalía.

El autoconocimiento es clave, pues a partir de esto seremos capaces de identificar cualquier asimetría, bulto, cambios en la piel o secreciones, las cuales pueden ser un indicador que nos puede llevar a la detección oportuna de este padecimiento.

El cáncer de mama no distingue nivel socioeconómico, edad e incluso género.

Por ello es importante que hagamos conciencia de la prevención en nuestro círculo cercano: familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo.

El mes de octubre deben ser rosas todos los espacios: escuelas, empresas, oficinas, sitios públicos, pues en la medida que logremos hacer eco acerca de la gravedad de esta problemática, podremos emprender acciones conjuntas que nos permitan la detección oportuna, haciendo a su vez que se puedan salvar más vidas.

Como comunidad, todos podemos sumarnos a pensar en rosa con pequeñas acciones como: Portar el lazo rosa para visibilizar el problema, brindando orientación acerca de la importancia de la autoexploración en nuestro círculo cercano de familiares y amigos, visibilizando el tema en nuestras oficinas, donando a instituciones que se encuentran en el combate a esta enfermedad y compartiendo información relacionada con el tema.

No hay esfuerzo pequeño cuando se trata de enfrentar un padecimiento que anualmente cobra la vida de muchas mujeres

¿Nos ayudas a pensar en rosa?

La autora es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Sonora Norte y Directora de la Agrupación George Papanicolaou Hermosillo.

@PaulaTakashima

paulatakashimaaguilar@gmail.com