Ordenamiento territorial e identidad
El autor es arquitecto y maestro en Valuación Inmobiliaria e Industrial.
Hablando de ciudad, nos vienen a la mente toda una serie de normatividades, políticas públicas, instrumentos de desarrollo urbano, programas, étc... todo lo anterior buscando ordenar el
territorio y los asentamientos humanos, lo cual es un tema de suma importancia, ya que el crecimiento acelerado de las ciudades genera una serie de problemáticas que afectan y demeritan el desarrollo humano y su calidad de vida.
Se busca lograr un desarrollo social, económico y últimamente ambiental, todo en el equilibrio de la sustentabilidad, esto a través de la planificación urbana y el ordenamiento territorial.
En la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, se nos dice que: "XXVI. Ordenamiento Territorial de los Asentamientos Humanos: el ordenamiento territorial es una política pública que tiene como objeto la ocupación y utilización racional del territorio como base espacial de las estrategias de desarrollo socioeconómico y la preservación ambiental"; Sí, podemos entender la importancia de lograr ese equilibrio, basado en las actividades sociales y económicas de los ciudadanos, pero, ¿la existencia de una sociedad y
de sus integrantes se puede resumir solo a eso?
Tal vez se esté tomando al ordenamiento territorial como la panacea de nuestra realidad urbana pero no de nuestra existencia, estableciendo áreas de desarrollo que en realidad privilegian los procesos económicos y la infraestructura que lo soporte, a meros entes productivos, en un pretendido bienestar a través del proceso económico.
Nos estamos enfrentando a una pérdida de identidad social, de homogenización ciudadana; replicado de la llamada globalización; los patrones urbanos se repiten una y otra vez de forma similar propiciando la asimilación de pueblos, barrios urbanos y sus habitantes, quedando sólo el recuerdo de los mismos, en una nueva identidad urbana despersonalizada, que se podría percibir como el vacío del ser social.
En el libro La Imagen de la Ciudad, (Kevin Lynch, 1959), menciona que la ciudad es una construcción en el espacio, pero en vasta escala, de algo que solo podemos percibir en elcurso de largos lapsos de tiempo.
En el mismo libro, Kevin Lynch expone que el diseño urbano es un arte temporal, pero debido a su naturaleza, no hay secuencias controladas y limitadas como en otras artes temporales como la
música, por ejemplo. Aun así, el arte manifiesta un aspecto de la realidad o sentimiento con una finalidad estética; pero, considerando que lleva intrínseco el aspecto cultural e identidad ¿podríamos hablar de un arte urbanístico?
Se puede mencionar, que anteriormente se diseñaban las ciudades, había arte en los espacios públicos, (de ahí la nostalgia de que tiempos pasados fueron mejores), lo que ha resultado en la expresión de diversas corrientes tangibles de pensamiento, diseño y cultura ciudadana, que son considerados en nuestros tiempos como patrimonio de la humanidad. Existen ciudades de relevancia histórica, ciudades con identidad.
Hablando ahora de nuestros tiempos, ¿dónde quedó la legibilidad de la ciudad, su significado, la imagen que nos muestre el mapa espacial de nuestros recuerdos y vivencias?
La falta de identidad social-urbana se refleja tangiblemente en espacios abandonados, inseguridad, segregación y pérdida de valor. Entonces, ¿seguiremos ordenando el territorio, o lo diseñamos?,
¿Qué queremos? Para concluir, la identidad social-urbana se construye históricamente, no es algo que se tome como una etiqueta, por lo que es de suma importancia atender la vocación
histórica, social y cultural de las poblaciones (aspectos de la identidad), sin menoscabo del proceso económico y de sustentabilidad. Debemos diseñar la ciudad, volver a nuestras raíces.
El autor es arquitecto y maestro en Valuación Inmobiliaria e Industrial.
Estudios en Administración de la Construcción, diplomado en Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial y diplomado en Protección Civil.
jlmorch@hotmail.com.